Epicondilitis, descubre por qué se produce el codo de tenista
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Practicar deporte tiene sus riesgos y uno de ellos son las lesiones musculares. Uno de los problemas más frecuentes en tenistas y jugadores pádel es el llamado codo de tenista. Su término médico es epicondilitis. ¿Por qué se produce? ¿Tiene tratamiento? Respondemos a todas estas preguntas.
¿Qué es la epicondilitis?
La epicondilitis consiste en una inflamación de los tendones epicondíleos (aquellos que unen los músculos del antebrazo y de la mano con el epicóndilo).
La epicondilitis se produce por desgarros o por la distensión de los tendones de la articulación del codo. Con el paso del tiempo ocasiona irritación y dolor en la zona.
En tenistas y jugadores de pádel se produce al realizar un movimiento excesivo del brazo al golpear la pelota o al hacerlo de manera errónea. En otras ocasiones, hay profesionales que sufren esta lesión debido a la repetición continua de un gesto, como es el caso de pintores, mecánicos y personas que trabajan delante de un ordenador.
Experimentar dolor al agarrar objetos, dolor en el codo y falta de fuerza muscular en el antebrazo son algunos de sus síntomas.
¿Qué causa la epicondilitis?
En el caso de los tenistas estas son las causas más comunes:
- No golpear de lado. El error más común es no mover los pies y golpear de frente.
- Realizar el golpe de la pelota con el brazo flexionado, lo que conlleva una sobrecarga de la musculatura externa del codo.
- No usar una pala (o raqueta) equilibrada en relación a nuestro cuerpo y experiencia con el juego.
Tratamiento para la epicondilitis
- Lo primero que hay que hacer es aplicar hielo tras el partido. Se pone sobre la zona dolorida unos 20 minutos para reducir la inflamación.
- La mayoría de los pacientes diagnosticados con epicondilitis pueden recuperarse sin necesidad de cirugía. En casos más graves, como roturas y lesiones severas, se requieren tratamientos alternativos y ejercicios concretos de rehabilitación.
- Cuando duele mucho se podrá administrar antiinflamatorios pero siempre bajo prescripción médica. En el caso de que el dolor continúe hay que acudir a un fisioterapeuta.
- Si la lesión persiste, los especialistas valorarán la posibilidad de realizar una operación quirúrgica.