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EEUU y China en la carrera por una vacuna contra el coronavirus: empiezan ensayos en humanos

Estados Unidos y China han pisado el acelerador esta semana en la búsqueda de una vacuna efectiva para combatir el coronavirus, que ha causado una pandemia global. En el momento de publicación de este artículo, la cifra de contagios confirmados por todo el mundo es de 167.515 personas, incluyendo 6.606 fallecidos. Este mismo martes, el resto del mundo ha superado a China en contagios.

En las últimas horas, han llegado noticias desde ambos países de pasos importantes de cara a la consecución de una vacuna. Pero, ojo, a pesar de lo que se ha dicho y leído en varios lugares a lo largo del día, nadie ha dado con una solución real, funcional y para ya. No. El paso dado, tanto en China como en Estados Unidos, suficientemente importante ya de por sí, es el hecho de haber obtenido los permisos necesarios para realizar ensayos clínicos con humanos.

China ha anunciado este martes que la Academia de Ciencias Médicas Militares ha recibido el permiso para lanzar una primera fase de test clínicos a partir de esta semana. En esta primera fase, según lo anunciado por el Partido Comunista Chino, se reclutarán a 108 pacientes sanos para recibir las vacunas entre ahora y el 31 de diciembre, de cara a comprobar que la vacuna es segura.

Los ensayor clínicos serán llevados a cabo por la mencionada institución médica militar junto con la empresa de biotecnología de Hong Kong CanSino Biologics. Esta potencial vacuna ha sido desarrollada por un equipo liderado por la epidemióloga Chen Wei, quien asegura que cumple con los «estándares internacionales» y que, si salen bien los test, está «preparada para una producción a gran escala».

EEUU ya ha comenzado con sus pruebas

Estados Unidos ha tomado la delantera habiendo realizado ya los primeros pinchazos experimentales. El edificio de una aseguradora médica en Seattle ha sido el escenario de los primeros ensayos con una potencial vacuna, de nombre nRNA-1273, desarrollada por Moderna, una biotecnológica de Massachussets.

De momento, están en la misma fase que los chinos: probar en personas sanas para comprobar la seguridad médica. En esta fase participarán 45 voluntarios que recibirán dos dosis, con un mes de diferencia. Según los cálculos de los norteamericanos, en el escenario más optimista, que todo salga bien en su proyecto, el plazo para la disponibilidad mundial de la vacuna sería de 12 a 18 meses desde ahora.