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EEUU y China arrasan en la industria farmacéutica: 500 nuevos fármacos frente a 191 en Europa

Otro obstáculo es la fragmentación regulatoria entre los Estados miembros en la UE

La Unión Europea se enfrenta a una crisis silenciosa pero persistente: la escasez de algunos medicamentos y la falta de creación de nuevos tratamientos. Un reciente informe del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) revela que la UE carece de mecanismos eficaces para garantizar un suministro estable de fármacos, exponiendo a millones de ciudadanos a riesgos sanitarios y aumentando la presión sobre los sistemas de salud nacionales.

En la última década, el liderazgo mundial en innovación farmacéutica ha cambiado de forma evidente. Estados Unidos y China han aprobado cerca de 500 nuevos medicamentos entre 2019 y 2023, con 243 y 256 fármacos respectivamente, mientras que Europa apenas alcanzó 191 en ese mismo periodo. A esta brecha en aprobaciones se suma la diferencia en inversión: el gasto en I+D farmacéutica crece en torno al 20 % anual en China y un 5,5 % en EE.UU., frente a un modesto 4,4 % en Europa, lo que refuerza la percepción de un continente cada vez más rezagado en una industria clave para la salud y la competitividad económica global.

Pero por si esto fuera poco, India ya empieza a emerger como una amenaza real para el liderazgo farmacéutico de Europa. En los últimos años, el país ha visto un crecimiento de entre el 15 % y el 18 % anual en los ensayos clínicos de fase II y III, gracias a reformas regulatorias que agilizan los procesos. Además, el mercado indio de ensayos clínicos se estima que alcanzará los 2.220-2.300 millones de dólares en 2030, con crecimientos sostenidos superiores al 7-8 % anual.

En este sentido, todas las alarmas han saltado cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció la necesidad urgente de reforzar la industria farmacéutica europea. Destacó que la innovación es esencial para los pacientes, los sistemas sanitarios, la economía y la seguridad europeas, y advirtió que Europa debe comprometerse seriamente a invertir en un ecosistema farmacéutico de primer nivel para evitar convertirse en una mera consumidora de la innovación de otras regiones.

Esta declaración subraya la importancia de una planificación estratégica y una mayor inversión en el sector farmacéutico para garantizar un suministro estable y seguro de medicamentos en la UE.

El informe, presentado la semana pasada, señala que varios factores estructurales y regulatorios dificultan la respuesta del bloque europeo ante interrupciones en la producción o distribución de medicamentos esenciales. Entre los problemas destacados se encuentran la dependencia excesiva de terceros países para la fabricación de materias primas, la falta de un marco común para la gestión de crisis farmacéuticas y la insuficiente coordinación entre los Estados miembros.

Qué soluciones se exponen

Para revertir la vulnerabilidad de la UE frente a la escasez de medicamentos, es fundamental fortalecer la autonomía farmacéutica del bloque. Esto incluye diversificar y reforzar la producción de principios activos dentro de Europa, reducir la dependencia de terceros países y fomentar la creación de reservas estratégicas de fármacos esenciales. Además, invertir en innovación industrial, incentivos fiscales para laboratorios europeos y colaboración público-privada puede garantizar que la industria farmacéutica local sea competitiva y resiliente ante crisis globales.

Paralelamente, la coordinación entre Estados miembros debe mejorar. Establecer un marco común para la gestión de crisis farmacéuticas, un sistema de alerta temprana eficiente y protocolos compartidos para la distribución de medicamentos críticos permitiría a la UE actuar de manera conjunta frente a interrupciones en el suministro. Sólo mediante una planificación estratégica integral y cooperación efectiva podrá Europa garantizar la disponibilidad de medicamentos esenciales y proteger la salud de sus ciudadanos ante futuras emergencias.

Dependencia global y vulnerabilidad

Europa importa una gran parte de los principios activos de fármacos desde Asia, principalmente China e India. Esta dependencia, según el TCE, hace que la UE sea extremadamente vulnerable a interrupciones de la cadena de suministro, como se evidenció durante la pandemia de covid. «No podemos garantizar la disponibilidad de medicamentos críticos si seguimos dependiendo de mercados lejanos y concentrados». advierte el informe.

Regulación fragmentada y poca coordinación

Otro obstáculo es la fragmentación regulatoria entre los Estados miembros. Cada país gestiona sus propias reservas estratégicas y procedimientos de autorización de medicamentos, lo que limita la capacidad de la UE para actuar de manera conjunta en situaciones de escasez. Los auditores europeos también destacan que los sistemas de alerta temprana existentes son insuficientes y carecen de instrumentos vinculantes para obligar a los laboratorios a priorizar el suministro.

Impacto en la salud pública y la economía

La escasez de medicamentos no sólo tiene consecuencias sanitarias inmediatas —como retrasos en tratamientos oncológicos, para enfermedades raras o vacunas—, sino que también genera efectos económicos: aumentos de precios, compras de emergencia y presión sobre presupuestos hospitalarios. Algunos expertos advierten que la situación podría empeorar si no se implementan reformas estructurales.

Inanición en Europa

El informe concluye que la UE necesita una estrategia integral para fortalecer su autonomía farmacéutica, mejorar la coordinación entre países y establecer reservas estratégicas de fármacos esenciales. Sin estas medidas, advierten los auditores, la Unión seguirá reaccionando de manera fragmentada frente a crisis predecibles y evitables.

Mientras tanto, los pacientes europeos continúan enfrentándose a la realidad de farmacias, en ocasiones sin algún tipo de fármaco y tratamientos interrumpidos, menos innovación y un recordatorio claro: no hay una preparación esencial ante emergencias sanitarias.