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Diferencia entre el colesterol bueno y malo

Cuando se habla de colesterol, la gran mayoría de personas relacionan el concepto con una sustancia tóxica que resulta dañina para la salud.

Cuando se habla de colesterol, la gran mayoría de personas relacionan el concepto con una sustancia tóxica que resulta dañina para la salud. No obstante, también existe un tipo de colesterol que resulta beneficioso, sobre todo en lo relativo a la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Lo aconsejable es que los niveles de colesterol bueno estén por encima de 40 mg/dl en mujeres y de 35 mg/dl en hombres. Veamos la diferencia entre el colesterol bueno y el malo.

Colesterol malo

Se conoce como tal a una lipoproteína de baja densidad. Su nomenclatura es LDL. Se aloja en las paredes arteriales, de modo que si llega a acumularse en exceso puede formar una placa que bloquee las arterias.

Si esta situación se da en una arteria del corazón o el cerebro, el riesgo de sufrir un infarto es muy elevado. Los alimentos que aportan colesterol malo al organismo son: carnes rojas, carnes procesadas, lácteos con un alto contenido graso, mantequilla, alimentos precocinados, etc.

Colesterol bueno

Es una lipoproteína de alta densidad cuya nomenclatura es HDL. La principal función que cumple en el organismo es la de eliminar el colesterol malo. Se encarga de transportarlo hasta el hígado, donde es procesado y eliminado. Por lo tanto, es una sustancia fundamental para que el colesterol malo se acumule en las paredes arteriales. Los alimentos que aportan colesterol bueno son: frutos secos, frutas, verduras, legumbres y pescados.

Cómo mantener el colesterol a raya

Para evitar que los niveles de colesterol malo aumenten en exceso, es importante seguir un estilo de vida saludable.

Además, debemos mantener el peso corporal adecuado. Adelgazar puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo y, al mismo tiempo, aumentar los de colesterol bueno. La obesidad supone una cantidad de grasa mayor en el organismo en forma de triglicéridos.

Aquellas personas cuyos niveles de colesterol malo son elevados deben dejar de fumar. Se trata de un hábito poco saludable que disminuye la concentración en sangre de colesterol bueno.

Por supuesto, practicar deporte es esencial. Investigaciones recientes han señalado que el ejercicio físico puede aumentar los niveles de colesterol bueno, reduciendo de forma notable el riesgo cardiovascular.

Y, por último, es importante llevar un estilo de vida lo más tranquilo y relajado posible. Cuando los niveles de estrés son altos, el organismo produce de forma natural más colesterol para reforzar las membranas y proteger a las células.