Consejos para acabar con los callos de las manos
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Cuando acudimos al gimnasio y no estamos habituados a levantar pesas, lo más probable es que acabemos con callos en las manos. Es algo lógico debido a la fricción con los hierros. Los que ya tienen una cierta experiencia en la materia suelen emplear guantes o almohadillas. Está claro que sí únicamente hacemos pesas durante 15 minutos no ocurrirá nada, pero si prolongamos un poco la sesión acabaremos con durezas y callosidades en las manos. Para que esto no ocurra, en este artículo te vamos a dar unos consejos para acabar con los callos de las manos.
Además de resultar antiestéticos, también pueden llegar a ser molestos a la hora de realizar cualquier tarea. Notaremos un tacto áspero. En ocasiones, por mucho que hidratemos las manos con cremas no conseguiremos acabar con los callos. Más bien sería necesario acabar con las células muertas. Estos problemas suelen aparecer sobre todo en las palmas de las manos.
Lo más importante es la prevención
Para evitar cualquier tipo de problema en las manos a la hora de realizar pesas, lo más adecuado es la prevención. Esto nos llevará a emplear guantes, pero no nos servirán los primeros que encontremos por casa. Deben ser adecuados para la actividad que se desarrolle, ya que no es lo mismo levantar pesas que montar en bicicleta. El refuerzo para evitar la fricción posiblemente no vaya colocado en el mismo sitio en estos dos casos. Puede que incluso con los guantes aparezcan igualmente las callosidades.
Eliminarlos
Una vez que aparezcan estas durezas la única solución que nos queda es eliminarlas, y para ello lo más conveniente es meter las manos en agua templada con un chorro de vinagre. Durante unos minutos las mantendremos a remojo para que vaya ablandándose la piel.
Lo siguiente será rascar los callos con una piedra lijadora, que nos permitirá acabar con las pieles muertas. Cuando las hayamos eliminado todas habrá que limpiar en profundidad la manos y secarlas, para acabar echando crema hidratante. De esta forma conseguiremos unas manos en perfecto estado.
Qué hacer para tener unas manos perfectas
Está claro que lo mejor para evitar los callos es la prevención. Hay una serie de trucos caseros que nos resultarán muy interesantes para conseguir unas manos suaves y lisas. Uno de ellos pasa por crear una pasta con zumo de limón y aspirina. Lo colocaremos sobre la parte afectada en las manos y encima pondremos un plástico, sobre el que colocaremos un paño caliente durante un cuarto de hora. Así se van a poner más blandas las durezas y acabarán por desaparecer.
El ácido cítrico del limón resulta perfecto para conservar nuestras manos libres de callos. Sólo que aplicarlo sobre ellos y dejar que actúe durante unos minutos. Un resultado similar se consigue echado un diente de ajo machacado con un poco de aceite de oliva. Extendemos la masa sobre las durezas y durante una noche estará actuando. Para ello lo mejor es que cubras las manos con un guante.
Estos consejos son trucos caseros que te pueden ayudar para quitar las durezas.