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Lo que debes tener en cuenta para saber si un huevo está fresco

El huevo es un alimento indispensable en nuestra dieta y, por tanto, lo solemos comprar en grandes cantidades en el supermercado. El problema es que puede pasar un largo tiempo sin que lo consumamos, y entonces te preguntarás cómo saber si un huevo está fresco.

Ésta es una de las dudas más habituales que podemos tener en casa a la hora de incorporar huevos a cualquiera de las recetas posibles. Como es un alimento versátil, pero que se echa a perder relativamente en poco tiempo, es importante revisar cuál es su estado actual.

Trucos para saber si un huevo está fresco

La cáscara es la que se ocupa de proteger al alimento de la contaminación por microorganismos, lo cual resulta bastante común cuando no se le otorga el trato conveniente. Sin embargo, en ciertas ocasiones la propia cáscara se acaba convirtiendo en el principal canal de comunicación debido a que sí se encuentra muy sucia, la carga de microbios se multiplica, con riesgo de que penetren las baterías y lleguen a la yema.

El vaso de agua

El más sencillo de los trucos para comprobar si un huevo puede comerse consiste en un vaso de agua y la introducción del huevo en él. Tienes que ver que el agua sea suficiente para cubrirlo por completo. Si se hunde de inmediato, eso quiere decir que puedes ingerirlo. Mientras tanto, si se hunde lentamente deberías comerlo cuanto antes. Y si no se hunde, es mejor descartarlo porque ya se ha hecho a perder.

Es importante que para conseguir unos huevos lo más frescos posibles se guarden en el lugar adecuado, es decir, su cartón original y en un sitio seco y fresco. Con estas condiciones llegan a alargar su periodo de consumo hasta las tres semanas. Los platos que contengan este alimento cocinado se pueden mantener en el frigorífico, dentro de un envase hermético, hasta cuatro días.

¿De qué otra forma averiguarlo?

Si todavía no lo tienes del todo claro, siempre puedes acercar tu nariz a él intentando descubrir si emana un algún tipo de olor repugnante. Por lo general, los huevos que se han echado a perder producen un olor bastante desagradable, y se percibe incluso sin romperlos.

De igual modo, puedes agitarlo y acercar tu oído para escuchar cuál es el sonido que hace en la medida en que lo sacudes firmemente. Cuando escuches que la yema se desplaza generando un sonido líquido, tienes un indicio de que ese huevo puede consumirse. Contrariamente, si la yema suena como un elemento sólido, que golpea con fuerza contra la cáscara, conviene tirarlo.

En última instancia, queda la posibilidad de efectivamente abrirlo y analizar su aspecto y aroma.