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Cómo proteger las rodillas de posibles molestias

Una de las partes de nuestro cuerpo más propensa a sufrir dolores y molestias son las rodillas. Se trata de la articulación más grande del cuerpo, estando implicada en múltiples actividades como puede ser subir o bajar escaleras, caminar o sentarnos. Cuando empieces a notar crujidos o problemas físicos en ellas quizás sea el momento adecuado para cuidarlas mejor. Hay una serie de ejercicios que también te pueden resultar de mucha utilidad para prevenir cualquier tipo de lesión. Hoy te enseñamos cómo proteger las rodillas de posibles molestias.

Algunos problemas serios

En el momento en que las piezas de la rodilla no encajan adecuadamente y no funcionan como debieran es posible que sufran de artrosis o alguna condropatía rotuliana. La primera situación viene provocada por el desgaste del cartílago articular, mientras que en el segundo caso todo procede de una indebida alineación de la rótula respecto a la tibia y al fémur.

No resulta tan complicado mantener en unas adecuadas condiciones las rodillas. Basta con saber escoger los deportes y ejercicios más idóneos, y evitar aquellos hábitos que sepamos que las van a castigar. Nos puede sentar de maravilla practicar actividades en el agua, montar en bicicleta por terrenos llanos y sin baches, ademas de llevar el sillín alto para que las rodillas no se flexionen en exceso, y determinados estilos de natación como el crol o espalda.

Trabajo específico

Hay otros ejercicios específicos que también pueden servirnos de gran ayuda a la hora de proteger a las rodillas y hacerlas más fuertes. El primer ejercicio que te aconsejamos pasa por tumbarse boca arriba, con una pierna estirada y la otra doblada. Levantaremos sin flexionar la estirada aproximadamente dos palmos sobre el suelo, manteniendo en tensión el muslo durante unos segundos. Esta operación la repetiremos varias veces e intercambiando las piernas.

Otro opción que tenemos es sentarnos sobre una colchoneta y poner una pelota del tamaño de las del fútbol sobre las piernas estiradas. Apretaremos hacia dentro para comprimirla durante unos segundos. Muy similar a este ejercicio hay otro en donde nos colocaremos un cinturón por encima de las rodillas y tendremos que intentar liberarnos de él.

Hábitos a suprimir

Una de las claves para que nuestras rodillas gocen de una buena salud es eliminar aquellos hábitos que pueden resultarle perjudiciales. Intentaremos evitar los asientos demasiado bajos en donde las rodillas quedan por encima de la cadera, subir y bajar escaleras con demasiada frecuencia o mantenerse de pie en la misma posición durante mucho tiempo.

Otro aspecto que nos puede condenar a sufrir muchos dolores de rodillas es el sobrepeso. Cuando nos encontramos con unos kilos de más sobre nuestro peso ideal es posible que estas articulaciones soporten una carga excesiva. Los zapatos planos ni los tacones demasiado altos tampoco se aconsejan para el cuidado de las rodillas, al igual que los terrenos muy irregulares.

En el caso de aquellos que practiquen running deberían optar por las superficies blandas, como el césped o la tierra, esquivando en todo momento el asfalto y las aceras.