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Cómo prevenir la ‘cabeza plana’ en los bebés: los fisioterapeutas aconsejan ponerles tiempo boca abajo

Los fisioterapeutas recomiendan a los padres que roten la posición de la cabeza del bebé en la cuna

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

¿Cuál es la posición adecuada para un bebé? No hace tantos años era boca abajo, pero desde hace algunos años, se ha insistido en que se debía mantener de lado. Por su parte, algunos pediatras responden que la postura para dormir a un bebé es boca arriba. Lo que se sabe hoy es que no vale cualquier posición. Y es que, en los bebés recién nacidos, más allá de que duerman más o menos cómodos, que lo hagan en una postura u otra, puede exponerles a un peligro para su salud.

Sin embargo, atendiendo a la prevención del síndrome de muerte súbita del lactante, haciendo que el recién nacido duerma boca arriba o de lado, que son las posiciones recomendadas por los expertos durante los primeros meses de vida.

Por u parte, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha aconsejado que los bebés pasen tiempo boca abajo cuando estén despiertos para prevenir la cabeza plana, ya que esta postura ayuda a fortalecer los músculos del cuello y de la cabeza, reduciendo a la vez la presión en la parte posterior del cráneo.

Según han señalado, cerca de la mitad de los bebés, un 47% presentan plagiocefalia, una deformación de la cabeza del recién nacido, que se aplana por la parte de atrás. Aparece, sobre todo, en lactantes de entre uno y cuatro meses, y se trata de un problema en aumento en España y en el mundo.

Las causas que lo producen son variadas, aunque la más relevante es la posición del bebé en la cuna o el capazo durante los primeros meses de vida. No obstante, se trata de un problema que se corrige generalmente con unos sencillos ajustes en las costumbres cotidianas, en tan solo un plazo de dos o tres meses de adoptar las medidas correctas.

Aunque no afecta al desarrollo intelectual de niños y niñas, sí conviene corregirlo por los problemas estéticos que puede suponer. Por ello, el CPFCM ha recomendado también a los padres que roten la posición de la cabeza del bebé en la cuna o en el capazo de vez en cuando durante el tiempo de sueño para ayudar a distribuir la presión de manera más uniforme y evitar que siempre estén apoyados en la misma área.

El uso de juguetes y objetos de interés supone a su vez una ayuda importante para fomentar estos movimientos, pues al colocarlos en distintas direcciones representan un estímulo para esos cambios de postura deseados. Asimismo, los padres o cuidadores pueden colaborar con distintos ejercicios, como mover la cabeza del bebé acercándola a su hombro o hacer giros llevando la barbilla del lactante hacia un lado.

En cualquier caso, ante una irregularidad en la forma de la cabeza de un bebé, los fisioterapeutas expertos en Pediatría o un pediatra pueden pautar a las familias los ejercicios y las acciones personalizadas que sean más adecuadas para su corrección.