Cómo funciona la mesoterapia

Hasta la década de los años 50 hay que viajar en el tiempo para encontrar el origen de la conocida como mesoterapia. Y es que en aquel entonces, en Francia, el médico Michel Pistor creó aquella, que consiste en una serie de microinyecciones que se realizan en determinadas partes del cuerpo y que contienen elementos tales como vitaminas o nutrientes.

Para calmar el dolor crónico de lesiones, para ponerle fin a acné o estrías así como para hacerle frente a la caída del cabello se usa esta técnica de medicina alternativa. No obstante, numerosas personas recurren a ella para poder perder peso.

En concreto, la mesoterapia ayuda a adelgazar de la siguiente manera:

• Al inyectarse en zonas de la silueta donde hay grasa acumulada, se consigue que esta se pueda eliminar de manera rápida y fácil. Y es que lo que se hace es aplicar en esas áreas elementos quemagrasas como, por ejemplo, la L-carnitina.
• Al aplicarlas lo que se logra es que el cuerpo esté preparado para, a partir de la sesión correspondiente, proceder a acabar con las citadas grasas. ¿Cómo? Disolviéndolas, haciendo que se transporten por la sangre hasta los riñones y permitiendo así que sean expulsadas a través de la orina. De ahí que se recomiende a quienes se someten a sesiones de mesoterapia que beban abundante agua para que se favorezca esa destrucción.
• Entre cuatro y diez sesiones son las que necesitan, en base a la cantidad de grasa o a las circunstancias de cada persona, llevarse a cabo para poder lograr el mejor resultado.
• No obstante, es importante saber que para lograr que las inyecciones resulten lo más útiles y efectivas posible se hace necesario que los individuos que se están sometiendo a ellas practiquen deporte de manera regular, sigan una dieta sana y equilibrada o se sometan a masajes en las zonas pertinentes. De esta manera, se facilitará la disolución de las grasas.