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cáncer de piel

Cirugía Micrográfica para el melanoma: la precisión que salva vidas

La técnica permite detectar células malignas en los márgenes de la lesión con gran precisión

Lejos de disminuir, los casos de melanoma aumentan cada año. Si en 2024 se diagnosticaron 7.900 cánceres de piel tipo melanoma, está previsto que en 2025 el número aumente hasta los 9.400, lo que supone un incremento de casi el 20%, según datos de la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica). Estos datos ponen en alerta a los especialistas en cáncer de piel, que buscan tratamientos cada vez más novedosos y efectivos para que las tasas de curación aumenten.

La Cirugía Micrográfica con control inmunohistoquímico de márgenes (InmunoMohs) es, en la actualidad, la técnica más precisa y eficaz para tratar el melanoma en estadios precoces, los llamados de extensión superficial o los más iniciales o in situ. En estas fases iniciales, las tasas de curación son superiores al 95%. La técnica permite detectar células malignas en los márgenes de la lesión con gran precisión, uniendo el análisis microscópico convencional a las modernas técnicas inmunohistoquímicas.

«Este procedimiento, reduce al mínimo la posibilidad de recidivas. El tumor se va eliminado capa a capa, siendo analizada cada una de ellas en quirófano hasta que las células cancerosas son eliminadas por completo, realizando un doble chequeo microscópico» explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (www.ideidermatología.com) y especialista en Cirugía Micrográfica de Mohs.

Esta técnica quirúrgica, ambulatoria en la mayoría de los casos, preserva la mayor cantidad de tejido sano y reduce el tamaño de la herida quirúrgica, lo que hace que el tiempo de la recuperación del paciente y la posibilidad de problemas con la cicatrización sean menores.

La prevención y el diagnóstico precoz, las mejores armas contra el melanoma

El melanoma es uno de los cánceres que se pueden prevenir en muchos casos. La exposición excesiva al sol y las quemaduras solares repetidas son una de las principales causas, además de factores genéticos como son haber tenido un melanoma previo, tener un familiar directo que lo ha padecido, tener la piel muy clara o presentar un gran número de lunares, incluso alguno congénito. Por eso, seguir una serie de sencillos consejos puede prevenir que se desarrolle. Además, su detección en etapas muy tempranas permite su curación completa con cirugía muchas veces ambulatoria y con anestesia local.

Exposición a la radiación solar

«La exposición a la radiación solar es la principal causa de aparición de melanomas, especialmente si han existido quemaduras solares en la infancia y adolescencia. Si se siguieran unas normas básicas y de fácil seguimiento a la hora de exponerse al sol y se realizaran visitas al dermatólogo periódicas, se podrían evitar la gran mayoría de los melanomas o bien se detectarían en las primeras fases, cuando su curación es prácticamente del 100%», añade el Dr. Sánchez Viera.

– Evitar una exposición solar continuada e intensa y evitar las horas centrales del día (entre las 11:00 y las 18:00 horas.
– Emplear el fotoprotector solar de manera correcta: 30 minutos antes de la exposición; renovar cada 2 horas o después de un baño o haber sudado mucho; utilizar 2mg de crema por cada centímetro de piel; y no olvidar zonas como las orejas o el empeine.
– Recurrir a prendas protectoras: sombreros o gorras para proteger la cabeza y prendas holgadas para cubrir el resto del cuerpo. Hoy en día existe ya ropa con factor de protección incorporadas, especialmente indicadas cuando se acude a la playa o piscina e, incluso, sombrillas y paraguas.
– No utilizar cabinas de bronceado: aumentan de manera potencial la aparición de melanomas.
Diagnóstico precoz: revisiones periódicas y dermatoscopia, especialmente si existen factores de riesgo.

Por otra parte, realizar exploraciones periódicas siguiendo la regla del ABCDE es otra magnífica arma para que los pacientes puedan detectar cambios en lunares preexistentes y que indiquen el desarrollo de un melanoma, pudiendo acudir al dermatólogo para una exploración cualificada. Siguiendo las siglas, la A corresponde a asimetría; la B son bordes irregulares; la C indica un cambio de color; la D responde a un diámetro superior a 6 milímetros; y la E es evolución, es decir, cuando un lunar va cambiando en un periodo corto de tiempo.

Mapeo corporal

Por otra parte, la dermatoscopia digital, acompañada de un mapeo corporal de lunares, han demostrado ser la prueba más efectiva para detección precoz del melanoma. Es un método no invasivo, que pueden realizarse todas las personas, permite controlar de un modo muy preciso la evolución de los lunares y otras lesiones sospechosas antes incluso de que degeneren en melanoma. La realización de esta prueba anualmente en personas con riesgo, facilita el diagnóstico precoz y, por lo tanto, la curación.

«El mapeo corporal y la dermatoscopia digital se realizan mediante equipos de fotografía digital que realizan un mapa seriado de nuestra piel, asociado a la detección mediante microscopia de superficie lesiones sospechosas, almacenando las imágenes para su seguimiento y comparación posterior. Además, la dermatoscopia digital analiza la forma, el color, el diámetro y la evolución, facilitando tomar una decisión en cada momento» asegura Miguel Sánchez Viera.