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Un ácaro microscópico

Los casos de sarna en España se han multiplicado por cinco en los últimos cuatro años

La isla de Mallorca detectó 9.000 casos de sarna durante 2021, el doble que en 2020

El contagio es más frecuente en lugares de continua convivencia y presencia de camas reutilizadas

La cifra de personas en todo el mundo que padecen sarna asciende a 200 millones

¿Qué es la sarna o escabiosis? Causas, síntomas y tratamiento

En 1687 se descubrió el ácaro de la sarna, convirtiéndose entonces en l primera enfermedad en humanos con causa conocida. En 1844 Danielssen y Boeck describen por primera vez la sarna en enfermos leprosos en Noruega, pero es en 1852 cuando se acuña el nombre de sarna noruega, según indica el texto recogido en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sarna humana como una infestación parasitaria causada por ‘sarcoptes scabiei var hominis’. Se trata de un ácaro microscópico que se mete en la piel y deposita huevos, lo que acaba desencadenando una respuesta inmunitaria del huésped que origina un prurito intenso y exantema. La infestación por sarna puede complicarse con una infección bacteriana, lo que da lugar a la aparición de llagas en la piel que, a su vez, pueden ocasionar consecuencias más graves, como septicemia, cardiopatías e insuficiencia renal crónica.

Se trata de una patología que está presente en todo el mundo, aunque son los niños pequeños y las personas de edad avanzada con escasos recursos los grupos especialmente vulnerables a la enfermedad y a las complicaciones secundarias de la infestación, cuyas tasas más altas se registran en países de climas cálidos y tropicales, especialmente en las comunidades en que coexisten el hacinamiento y la pobreza y en las que el acceso al tratamiento es limitado, según indica la OMS.

Algunos datos relevantes

La sarna es una de las enfermedades dermatológicas más comunes y representa una parte considerable de las enfermedades cutáneas que se registran en los países en desarrollo. Se estima que, en cualquier momento en que se calcule, la cifra de personas en todo el mundo que padecen sarna asciende a 200 millones, aunque se necesitan más esfuerzos para evaluar esa carga. Las estimaciones de prevalencia de la sarna, según la bibliografía reciente, oscilan entre el 0,2% y el 71%.

Esta enfermedad es endémica en muchos países tropicales con pocos recursos y se estima que su prevalencia media en los niños está entre el 5% y el 10 %. Las infestaciones recurrentes son habituales. Según los boletines epidemiológicos del Gobierno de Aragón, en el año 2020 hubo 30 brotes de sarna/escabiosis con 109 casos y 12 brotes con 67 casos en 2021.

Aunque el ejemplo más claro del aumento de casos en nuestro país se encuentra en Mallorca. Hace unos cuantos meses se detectó un importante brote de sarna en la isla que supuso la confirmación de 9.000 casos durante los primeros once meses de 2021, casi el doble que los casos registrados en 2020.

Brotes durante el confinamiento

Durante primeros meses de la pandemia (marzo, abril y mayo de 2020), España comunicó 64 casos de sarna, frente a los 18,6 de promedio durante el mismo periodo de los cinco años previos a la llegada del coronavirus, según el estudio «Sarna: una epidemia en una pandemia», llevado a cabo por el responsable de dermatología pediátrica del Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), Miquel Casals.

Además, varios autores demuestran un brote de sarna durante el confinamiento domiciliario por la pandemia del SARS-CoV-2. Los investigadores señalan que en Italia se notificaron un 12,1% de casos durante los meses de marzo, abril y mayo de 2020 frente al 3% que se registró en el mismo período de 2019. En el caso de España, se comunicaron 64 casos durante el mismo período de marzo, abril y mayo de 2020, frente a 18,6 de promedio, durante el mismo período, en los cinco años previos a la pandemia.

En otro estudio realizado en España durante el período de confinamiento domiciliario de marzo a mayo de 2020, se halló que más del 80% de los pacientes diagnosticados de sarna tenía antecedentes de familiares o cohabitantes en su domicilio también diagnosticados con escabiosis o con alta sospecha de presentarla. De este 80% de pacientes diagnosticados con sarna, más de la mitad acudieron a la consulta acompañados por sus familiares, también afectados, formando pequeños grupos.

Casals advierte: «Antes de la pandemia, apenas se veían dos o tres casos al mes, y ahora estoy viendo diez a la semana y, a veces, hasta cuatro en un día». Y agrega: «Nunca había visto tantos casos como ahora». En 2018, solo en Cataluña se diagnosticaron 117 brotes que afectaron aproximadamente a 700 personas, una cifra ligeramente superior a la de todo el periodo comprendido entre 2010 y 2017, cuando se registraron 115 y casi mil personas atendidas. Según el Hospital Universitari General de Cataluña, esto supone que los casos de sarna se han multiplicado por cinco.

A estudio durante los últimos años

En noviembre de 2021, se publicó un estudio elaborado por Zaida Herrador y Lidia Redondo, miembros del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y del Centro Nacional de Medicina Tropical (CNMT), el cual se elaboró con el objetivo de caracterizar a la población afectada y conocer la distribución geográfica y evolución de la sarna en España entre 1997 y 2019, así como describir los principales entornos de transmisión. Este estudio deja patente que la sarna en España ha tenido una tendencia creciente de ingresos hospitalarios desde 2014, tras un descenso continuado entre 1997 y 2014, y que los principales focos de transmisión fueron los entornos sanitarios y sociales.

Las autoras del estudio aseguran que la sarna se presenta frecuentemente en forma de brotes surgidos en instituciones sociosanitarias o militares (el contagio es más frecuente en lugares de continua convivencia y presencia de camas reutilizadas), que afectan a los residentes y al personal y que generalmente son difíciles de detectar y controlar por el infradiagnóstico y la demora o ausencia en la notificación de los brotes. Esto conlleva que el grupo de profesionales socio-sanitarios sea uno de los más afectados por esta ectoparasitosis.

Transmisión de la sarna

La OMS asegura que esta enfermedad suele transmitirse entre personas a través del contacto próximo (por ejemplo, por convivencia) con la piel de un individuo infestado. El riesgo de transmisión aumenta con el nivel de infestaciones, y el mayor riesgo se debe al contacto con individuos con sarna costrosa. La transmisión por el contacto con artículos personales infestados (por ejemplo, prendas y ropa de cama) es poco probable en el caso de la sarna común, pero puede ser significativo si se trata de sarna costrosa. Como hay un período asintomático de infestación, la transmisión puede producirse antes de que la persona inicialmente infestada presente síntomas.

En los últimos días, se ha hablado de brotes de sarna en probadores de ropa. Sin embargo, el dermatólogo del Policlínico HM Viladecans Álex Fernández ha asegurado que «no tiene base científica y, aunque puntualmente podría darse algún contagio de este tipo, no es lo habitual». Y agrega: «La sarna es producida por un ácaro que es exclusivamente humano y vive en la piel, de modo que fuera de ella no dura más de dos o tres días».