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La importancia del calentamiento estático

El calentamiento es una parte imprescindible a la hora de realizar ejercicio. Cada una de sus fases es necesaria para que el cuerpo entre en calor, evitar así lesiones y mejorar la movilidad y efectividad del ejercicio a realizar. El calentamiento estático está incluido dentro de este y consiste en ejecutar diversos estiramientos para estimular músculos específicos. Os explicamos como hacerlo:

Cómo realizar un calentamiento estático

El calentamiento estático contribuye a mejorar la movilidad

Un calentamiento estático consiste de estiramientos que se hacen en reposo al realizar determinados movimientos que estiran los músculos hasta una posición y mantienen esa postura durante varios segundos. Es decir, no se realizan repeticiones de un movimiento sino que se adopta una postura y se aguantan varios segundos. Esto ayuda a activar determinado músculo y a mejorar por ejemplo la movilidad al ejecutar dicho movimiento.

Para llevar a cabo el calentamiento hay que tener en cuenta el tipo de ejercicio que se van a realizar. Si se va a correr o realizar un entrenamiento de piernas en el gimnasio, será conveniente realizar un calentamiento estático que active la dorsiflexión de tobillo y la flexión de rodilla y cadera.

Para activar el tobillo, bastará con inclinarse sobre uno de los pies evitando que se levante el talón. Se aguanta entre 20 y 30 segundos en esa postura y se pasa al otro. Para realizar activar la flexión de rodilla y cadera se puede realizar una sentadilla y mantener esa posición durante otros 30 segundos. Se puede hacer primero aguantando media sentadilla y luego una más profunda, para así activar la musculatura de todo el recorrido. Para los músculos del tren superior se debe realizar igual con cada grupo muscular.

Combinar ejercicios de calentamiento estáticos con dinámicos es la mejor manera de que el cuerpo se prepare para el ejercicio. De esta manera se mejora el rendimiento deportivo y se reducen las posibilidades de sufrir una lesión.