Qué debe tener la bicicleta estática perfecta para cada uno
Todo el mundo sabe lo beneficioso que resulta realizar ejercicio, pero no siempre tenemos las ganas o motivación para ponernos a ello. A ello también hay que añadirle la falta de tiempo y las condiciones meteorológicas. Siempre encontramos alguna excusa para no hacer deporte y sentirnos mejor con nosotros mismos. Por eso una buena solución puede ser ejercitarse en casa, ya que así ahorraremos en el desplazamiento. Uno de los aparatos al que más rendimiento le sacaremos es la bicicleta estática. No sufrirán tanto nuestras articulaciones y podremos entrenar cuando queramos. Hoy te explicaremos qué debe tener la bicicleta estática perfecta para cada uno.
Cómo elegirla
Uno de los principales aspectos en los que nos fijamos a la hora de adquirir una bicicleta estática es el precio. Puede llegar a variar entre los 200 y los 2.000 euros, que dependerá del modelo. Está claro que no se debe pedir a una bici asequible y económica las máximas prestaciones. Hay que conocer las funciones que nos preste una y otra y valorar la calidad-precio. Algunos elementos que nos ayudarán para decantarnos entre un modelo y otro son los siguientes.
- Disco de inercia: cuando cuenta con un disco de inercia pesado resultará más fluido el pedaleo, por lo que estaremos mucho más cómodos.
- Resistencia: al final es lo que provoca que nos cueste más o menos pedalear. Puede ser magnética, electromagnética o manual. En el caso de estas últimas el frenado se produce por medio de unas zapatas, que es el sistema más antiguo y que suele utilizarse sobre todo en las bicicletas estáticas más básicas. Por su parte, con las magnéticas se emplean unos imanes para frenar los discos sin necesidad de que haya contacto entre ellos. El mejor, es el de la resistencia electromagnética, en donde el frenado del disco se gestiona desde el ordenador de la bici y es el más silencioso y preciso de los tres.
- Control cardíaco: casi todas las bicicletas estáticas cuentan ya con un pulsómetro interno que nos permitirá controlar la frecuencia del corazón durante el tiempo que hacemos ejercicio. De esa manera estaremos informados en todo momento del nivel de esfuerzo al que sometemos a este órgano. Por lo general será suficiente con apoyar las manos sobre un manillar habilitado para ello.
- Programas: hay programas predefinidos que nos permitirán hacer varios tipos de entrenamientos en función de nuestras necesidades y objetivos. Se pueden simular inclinaciones o controlar la velocidad.
- Dimensiones: a la hora de comprar una bicicleta estática también nos fijaremos en el peso y dimensiones, ya que esto determinará la estabilidad de la máquina. Las más pequeñas y con un peso más reducido se pueden colocar en cualquier lugar y se transportan con facilidad.
- Regulable: comprueba que tanto el manillar y el sillín se puedan ajustar tanto de manera vertical como horizontalmente. Sería muy incómodo tener que adaptarnos a las dimensiones preestablecidas.
Estos son algunos de los factores que más valoraremos a la hora de comprar una bici estática. Seguro que consigues sacarle mucho partido si decides adquirir una.
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