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Cuáles son los beneficios de ir a la playa

Solemos ir a la playa a tomar el sol, relajarnos y darnos un chapuzón en el mar. Sin embargo no siempre reparamos en los distintos efectos que tiene para nuestro organismo pisar este tipo de espacios. A continuación te detallamos cuáles son los beneficios de acudir a la playa. Gestos tan sencillos como caminar junto a la orilla pueden proporcionar una serie de ventajas importantes para la piel, el sistema circulatorio, nervioso, respiratorio y articulaciones.

La riqueza en sales minerales del agua del mar contribuye a facilitar la recuperación de molestias relacionadas con la dermis. Por eso la piel es uno de los órganos más beneficiados. Esta agua cuenta además con efectos antioxidantes que combaten el envejecimiento de la piel, sin olvidarnos del poder desinfectante y cicatrizante para las heridas.

La brisa marina de la costa favorece la limpieza de los elementos patógenos de los pulmones que se acumulan entre aquellos que residen en áreas urbanas. Este aire es mucho más limpio y rico en yodo, contribuyendo a limpiar las vías respiratorias. También hay que destacar su capacidad para mejorar el ritmo cardiaco y la ventilación pulmonar, y la prevención de enfermedades respiratorias.

Los paseos por la orilla del mar o los baños en el agua salada consiguen que se ponga en marcha el sistema circulatorio, activando el sistema linfático y fortaleciendo las paredes de las arterias y venas. Se activará la circulación gracias al efecto masaje que provocan las olas del mar sobre las rodillas y tobillos.

Los expertos aconsejan caminar a un ritmo suave de unos cinco kilómetros por hora. De esta manera el organismo se irá adaptando y se reforzará la musculatura de muslos y piernas. En la medida de lo posible se recomienda dar el paseo a primera hora de la mañana o a última de la tarde, utilizando protección ante los rayos del sol.

Las olas golpeando contra el cuerpo realizan un efecto de masaje que producirán una relajación muscular.

Tampoco hay que olvidarse del poder anti estrés que tiene la playa. La disminución de los niveles de ansiedad ayuda a reducir el nivel de nerviosismo, mejora el sueño y rebajan el ritmo cardiaco. Además de aprovechar las vacaciones para caminar sobre la arena de la playa, también se puede andar sobre el agua para tonificar los músculos.

Aprovechar el mar para nadar

Los más atrevidos pueden atreverse también con la natación, ya que contribuye a la reducción del ritmo del corazón y mejora la oxigenación de los tejidos. Además, el sol y el calor de la playa cuentan con poderes de relajación, por lo que después de un baño tendremos más facilidades para descansar y conciliar el sueño.