Aprovecha el calor para probar la terapia de contraste de agua
¿Sabías que la terapia de contraste de agua es muy útil para eliminar el estrés? Toma nota de estos consejos y los beneficios de una ducha fría.
El agua fría es saludable, pero para usarla en la ducha es necesario acostumbrarse y, para ello, nada mejor que comenzar en verano. La terapia de contraste de agua fría y caliente es muy buena para reducir el cansancio y el estrés, pero además proporciona varios beneficios a la salud: mejora la circulación, reduce los dolores producidos por la tensión y aumenta la inmunidad. Si sueles hacer ejercicio, no dejarás de hacerla aún en invierno, pues tendrás mejor tono muscular y te recuperarás muy rápido del esfuerzo.
¿Qué es la terapia de contraste de agua?
La combinación de agua fría y caliente ejerce diversos efectos en el cuerpo. El agua caliente relaja los músculos eliminando la tensión y dilata los vasos sanguíneos, activando la circulación de la sangre. El agua fría, aplicada después y en contraste, estimula la circulación de la sangre y el metabolismo, reduciendo la fatiga y eliminando las toxinas.
Una ducha de contraste de agua comienza con agua caliente, a una temperatura de 29 a 40 ºC y se baja paulatinamente a una temperatura más baja que la corporal.
El agua fría debe tener de 29 a 24 ºC. El chorro debe estar a una temperatura que se sienta fría, pero que sea agradable.
El contraste de calor a frío es muy beneficioso, pues reduce las contracturas, las tensiones y la inflamación, mejorando el tono muscular. Esta terapia, además de ser buena para la salud y para reducir el estrés, mantiene el cuerpo activo y con más energía durante las 5 horas siguientes.
¿Es buena el agua helada?
Una de las terapias más comentadas en la actualidad es el método Wim Hof, diseñado por el holandés que lleva su nombre, una combinación de ejercicios de respiración, meditación y exposición al frío extremo.
La técnica, aplicada de forma correcta, proporciona diversos beneficios, como una función inmune mejorada, una reducción del estrés y una mejora del estado de ánimo y bienestar. Sin embargo, el método requiere de entrenamiento, por lo cual no todas las personas pueden beneficiarse de bañarse con agua helada, y además puede ser muy peligroso.
Consejos médicos para bañarse con agua fría
Los médicos aconsejan ducharse con agua fría al final de la ducha habitual, solamente por períodos cortos, de 30, 60 o 90 segundos.
Los estudios realizados han podido comprobar que la duración de la ducha no influye en los resultados. Después de un baño de agua caliente, 30 segundos de agua fría son suficientes y no es necesario que el agua esté helada.
Si el cuerpo comienza a temblar, no es una buena señal y habrá que volver al agua caliente, o salir de la ducha. Es también aconsejable no mojarse la cabeza, sino el cuerpo.
¿Conocías esta terapia para el estrés y el cansancio? Déjanos tu comentario. Pregunta a tus amigos si han probado la terapia de contraste y qué beneficios han obtenido de las duchas calientes y frías ¡Comparte!
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