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Los menús de las residencias de mayores en España son de mala calidad

¿Hay dietistas-nutricionistas trabajando en las residencias de mayores españoles? De acuerdo a una una investigación realizada por la Universidad de Granada parece que no. Según el estudio realizado, hay un alto nivel de desnutrición en estos centros y los menús analizados tiene un déficit de alimentos y un aporte excesivo de dulces y azúcar.

Mala calidad y falta de personal

La investigadora de la UGR Ana Isabel Rodríguez Rejón, analizando el proceso de elaboración del menú de una de las residencias de mayores estudiadas. / UGR

La investigación de la Universidad de Granada señala que los menús analizados en estas instituciones no alcanzan las recomendaciones mínimas de verduras, fruta, productos lácteos, aceite de oliva, legumbres, o frutos secos y, en cambio, se produce un aporte excesivo dulces y azúcar.  Esto lleva a un aporte menor de energía y proteínas de las recomendades y a un nivel de calidad nutricional deficiente.

Los investigadores evaluaron los menús de tres residencias de mayores de Granada durante 14 días y han demostrado que estos no cumplían las recomendaciones de fibra, potasio, magnesio, yodo, vitamina D, E y ácido fólico. Analizaron con un programa informático todos y cada uno de los alimentos.

La dietista-nutricionista Ana Isabel Rodríguez Rejón, una de las autoras de la investigación, fue testigo de la elaboración de los menús y de las raciones servidas a los comensales.

La investigadora señala que la calidad del servicio de los menús en las residencias “presenta deficiencias porque no se ajustan a las preferencias y necesidades de los residentes”. “A ello se suma la falta personal, y el hecho de que no se controla el peso de los residentes ni se evalúa su estado nutricional de forma habitual, entre otras carencias”, añadía.

Estos resultados  han llevado a que Rodríguez Rejón señale el peligro de no tener dietistas-nutricionistas en las residencias de mayores y la importancia de estos para una vida sana en las personas mayores:

«Estos profesionales podrían diseñar menús aceptables, adecuados y nutritivos para los residentes, aportar recetas al personal de cocina, controlar y cambiar los menús cuando fuera necesario, y concienciar al personal de la residencia de la importancia de la nutrición en este colectivo. Así, la calidad de las comidas de las residencias y el cuidado nutricional de los mayores que viven en ellas mejorarían significativamente. Con ello cabría esperar una disminución de la prevalencia de desnutrición y otros síndromes geriátricos en este colectivo, y así sus negativas consecuencias.»