Cómo afecta el alcohol en la recuperación de un deportista

El alcohol no es precisamente la mejor bebida para los deportistas. Se trata de un líquido tóxico para el organismo que puede resultar muy dañino incluso en cantidades muy pequeñas. Si te encuentras inmerso en la preparación de una competición, te tomas muy en serio los entrenamientos y quieres estar aun mejor nivel, lo mejor es que sigas con atención el contenido de este artículo. Te explicamos cómo afecta el alcohol en la recuperación de un deportista.

Afectará al deportista sobre todo cuando ingiera cantidades muy elevadas. A la conclusión de una sesión preparatoria hay que decantarse más por el agua o los zumos naturales, y no tanto por las cervezas que proponen algunos a modo de recompensa después de un buen entrenamiento.

El consumo de este tipo de bebidas afecta en la recarga de los depósitos de glucógeno. Eso significa que al tomar alcohol se coman muchos menos hidratos de carbono, que es el combustible necesario para reponer energías después de la actividad física.

Las fibras también necesitan ser reparadas después del esfuerzo, incrementado el tamaño para afrontar con más garantías los futuros entrenamientos. Aunque se consuma una importante cantidad de proteínas, el alcohol interfiere en ese proceso anabólico. Tu proceso de recuperación se verá alterado si después de salir a correr o de ir al gimnasio sales por la noche y bebes una gran cantidad de alcohol.

Al consumir mucho alcohol tampoco se duerme con normalidad. La calidad del sueño se reducirá considerablemente. Aunque no lo apreciemos, también afecta de forma importante en los procesos de recuperación que hay a la conclusión del entrenamiento.

En realidad, el alcohol no aporta nada positivo al deportista, ya que se tratan de calorías vacías. Para favorecer la recuperación de manera óptima es preciso hidratarse bien. Con este tipo de bebidos estaremos en cierta medida deshidratados, ya que el alcohol es diurético y contribuye a que se pierdan líquidos. Lo único que puede conseguir es alargar el proceso de recuperación.

Después de una noche de excesos con el alcohol, al día siguiente las capacidades físicas estarán bastante mermadas. Es preciso expulsar estas sustancias tóxicas que hay en el cuerpo. Entre otras cosas se verán afectados aspectos como el equilibrio, la fuerza, la potencia o coordinación. Te costará un poco más de lo normal entrenar ese día porque el cuerpo no te responderá bien.

Los problemas que genera el alcohol se multiplican a medida que vaya incrementándose la cantidad que se consume después de la sesión preparatoria. Está claro que no es lo mismo ingerir una cerveza que 4 o 5 combinados con bebidas como el ron, ginebra o vodka. El daño será totalmente distinto.

Muchos corredores expertos recomiendan el día antes de una prueba tomarse una cerveza para relajarse. Puede ser una buena alternativa, pero quizás no sea la mejor idea para recuperarse de verdad. Siempre que se pueda deberías evitar este tipo de bebidas, ya que no aportarán nada positivo a tu rendimiento ni tampoco a la salud. El agua y los zumos de frutas naturales se presentan como la mejor apuesta.