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Estudio encargado por la OMS

Adiós al vínculo entre móviles y cáncer cerebral: un estudio de 20 años rechaza posibles riesgos

Los investigadores analizaron datos de cientos de miles de personas durante un período de más de 20 años

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Durante años, ha existido una preocupación pública significativa sobre si el uso de teléfonos móviles podría estar vinculado al desarrollo de cáncer cerebral. Sin embargo, un estudio reciente de gran envergadura, encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha revelado que no existe evidencia significativa que vincule el uso de teléfonos móviles con un aumento en el riesgo de cáncer cerebral. Este hallazgo tranquiliza a millones de usuarios de teléfonos móviles en todo el mundo.

El estudio, que se considera el más grande realizado hasta la fecha sobre este tema, fue llevado a cabo por un equipo de científicos de varias universidades e institutos de investigación en Europa. Los investigadores analizaron datos de cientos de miles de personas durante un período de más de 20 años, haciendo un seguimiento detallado del uso de teléfonos móviles y la incidencia de cáncer cerebral.

El trabajo, que ha sido dirigido por la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (Arpansa), examinó más de 5.000 estudios, de los cuales se identificaron los más rigurosos, es decir, se incluyeron 63 de ellos, publicados entre 1994 y 2022.

Los participantes del estudio fueron monitoreados regularmente, y los investigadores recopilaron información sobre sus hábitos de uso de teléfonos móviles, incluida la duración y la frecuencia de las llamadas, así como el tipo de tecnología móvil utilizada (2G, 3G, 4G, etc.). Además, se registraron casos de diagnóstico de cáncer cerebral entre los participantes, permitiendo a los investigadores analizar cualquier posible correlación.

Los resultados del estudio fueron claros: no se encontró ninguna relación estadística significativa entre el uso de teléfonos móviles y un aumento en el riesgo de cáncer cerebral. Esto fue consistente tanto para usuarios ocasionales como para aquellos que utilizaron sus teléfonos móviles de manera intensiva durante varios años.

Los investigadores observaron que, aunque la tecnología de los teléfonos móviles ha cambiado considerablemente en las últimas décadas, no hay evidencia de un incremento en los casos de cáncer cerebral que pueda atribuirse al uso de estos dispositivos. Incluso con la introducción de redes más avanzadas como 3G y 4G, que tienen diferentes niveles de emisión de radiación electromagnética en comparación con las tecnologías anteriores, no se observó ningún aumento en el riesgo de cáncer.

Reacciones de la comunidad científica

La publicación de estos resultados ha sido bien recibida por la comunidad científica y las autoridades sanitarias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones de salud pública han reiterado que, aunque es importante seguir monitoreando los efectos de las tecnologías emergentes, la evidencia actual no sugiere que el uso de teléfonos móviles represente un riesgo para la salud pública en términos de cáncer cerebral.

Expertos en salud pública han enfatizado la importancia de basar las políticas de salud y las recomendaciones en evidencia científica sólida. Este estudio masivo aporta datos valiosos que ayudan a disipar temores infundados y a proporcionar tranquilidad a los usuarios de teléfonos móviles.

Importancia del estudio

El estudio es particularmente importante en un momento en que el uso de teléfonos móviles es omnipresente, y la preocupación pública por los riesgos potenciales para la salud ha sido persistente. A pesar de que otros estudios anteriores más pequeños no habían encontrado una relación clara entre los teléfonos móviles y el cáncer, la escala y el rigor de este estudio proporcionan un nivel de evidencia mucho más robusto.

Los investigadores involucrados en el estudio han señalado que continuarán monitoreando los efectos a largo plazo del uso de teléfonos móviles, especialmente a medida que se introducen nuevas tecnologías como las redes 5G. También se han comprometido a seguir estudiando otros posibles efectos para la salud relacionados con la exposición a la radiación de los teléfonos móviles.

Los resultados de este estudio masivo deberían ayudar a reducir el miedo y la incertidumbre que rodean al uso de teléfonos móviles y el riesgo de cáncer cerebral. Si bien es prudente continuar con la investigación y el monitoreo, la evidencia actual sugiere que no hay razón para alarmarse por el uso cotidiano de estos dispositivos. Para la mayoría de los usuarios, los teléfonos móviles siguen siendo una herramienta segura y esencial de comunicación en la vida moderna.

Así, aunque la tecnología sigue evolucionando y se requieren estudios continuos para comprender completamente todos los posibles efectos en la salud, este estudio proporciona una base sólida para la confianza en que los teléfonos móviles no están relacionados con el cáncer cerebral.