Adelgazar rápido y mucho: problemas y consecuencias
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El objetivo de toda persona que se pone a régimen es perder la mayor cantidad posible de peso en el menor tiempo. Sin embargo esto resulta poco saludable. El organismo precisa de un tiempo de adaptación, para no sufrir más adelante el efecto yo-yo. Perder muchos kilos en poco tiempo implica que se ha hecho una dieta muy estricta o que la quema de calorías ha sido superior a la ingesta. En este artículo te mostramos los problemas y consecuencias de adelgazar rápido y mucho.
Los principales problemas
La pérdida excesiva de peso en poco tiempo puede provocar una fatiga crónica, el riesgo de padecer un trastorno de alimentación o deshidratación. Son complicaciones importantes, sobre todo si llevas una vida de deportista.
Pérdida de líquidos
Muchas dietas milagro se fundamentan principalmente en la pérdida de líquidos o deshidratación para originar una falsa sensación de pérdida de de peso. Con el tiempo recuperaremos los líquidos y volveremos a la normalidad. Lo que nos interesa perder es sobre todo grasa.
Los que provocan esta deshidratación suelen ser las dietas hiperproteicas, el ayuno y los regímenes con muy pocas calorías. Cuando hay falta de agua en el organismo la sangre tenderá a espesarse y puede originar problemas de circulación.
Fatiga crónica
Cuando realices una dieta y tengas fatiga crónica esto significará que algo no funciona bien. Implica que se limitan demasiado los nutrientes y nuestro día a día se puede resentir al trabajar en condiciones muy malas.
También acabará afectando a nuestras emociones, sueño o apetito. De ahí que cuando sigamos una dieta muy estricta nos cueste más dormir por las noches y nos pongamos de mal humor con más facilidad.
Trastornos de alimentación
En ocasiones las dietas pueden llegar a convertirse en una obsesión, dando lugar a problemas más graves como la bulimia o la anorexia. Aunque nos encontremos muy bien, parece que nunca encontramos la perfección.
Tampoco es preciso pesarse a diario ni mirarse al espejo cada poco para comprobar nuestras evoluciones.
A la hora de perder peso de forma rápida no hay milagros. Si perdemos 10 kilos en un mes nuestro organismo puede resentirse, sobre todo por la falta de nutrientes.
Lo adecuado es bajar entre 1 y 2 kilos a la semana, con una disminución progresiva para que el cuerpo se vaya adaptando. Para ello debes incorporar el ejercicio físico a tu rutina diaria y vigilar la alimentación con más frutas y verduras.