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6 consejos para mejorar las meriendas de los niños

A diario se recomienda realizar unas cinco comidas al día. A la que menos importancia se le concede de todas suele ser la merienda. Y es que la mayoría de personas tienen una vida muy ajetreada, en donde apenas disponen de tiempo para sentarse a comer en algunas ocasiones y tengan que conformarse con alimentos procesados o envasados. Las prisas nos llevan a saltarnos algunas comidas o comer lo primero que se encuentre, sobre todo con el desayuno y la merienda. Hoy te proporcionamos 6 consejos para mejorar las meriendas de los niños.

En muchas ocasiones se la damos a la salida del colegio o cuando finaliza alguna actividad extraescolar. El recurso más fácil pasa por darle unas galletas, bollería o un bocadillo.

1-Incrementar la cantidad de fruta que consumen nuestros hijos: se la podemos ofrecer en la merienda en trozos enteros o en gajos, para que le resulte más cómodo. Una macedonia de frutas o una brocheta con varios trozos de fruta será una opción estupenda.

2.-Siempre que se pueda hay que evitar los zumos envasados. Tienen un alto contenido en azúcares, y aunque nos resulte muy cómodo para llevar al parque o al colegio tampoco los nutricionistas lo aconsejan. Siempre será mejor que le prepares un zumo de naranja al llegar a casa o le lleves un batido de frutas en una botella.

3-Evitar las galletas y la bollería industrial: tampoco son productos saludables, sobre todo porque cuentan con una elevada cantidad de azúcares y grasas. Te encontrarás calorías vacías que en realidad no aportan nada positivo al organismo.

4-De vez en cuando, sin llegar a convertirlo en un hábito, se pueden preparar bizcochos caseros empleando ingredientes saludables, sin azúcares refinados. Entre las opciones más aconsejadas se encuentran el bizcocho de zanahoria o el pan de plátano, en donde se utilizarán estos ingredientes como base y se le sumarán harina de avena, huevos, trigo integral, aceite y especies como la canela. Para endulzarlo, la mejor opción son la compota de manzana sin azúcar o una cantidad muy pequeña de miel.

5-Los frutos secos también resultan interesantes. Durante un tiempo los adultos consideraban que los frutos secos eran una opción a descartar porque engordaban. Sin embargo, su consumo moderado les convierte en una propuesta muy interesante. Aportan vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Hay que evitar los que vengan con sal y fritos, que cuenta con más calorías. La cantidad adecuada es lo que entre en un puño cerrado. Encantará a los más pequeños si les ofreces los frutos secos troceados dentro de un yogur o con algo de fruta.

6-No pueden faltar los clásicos bocadillos. Busca soluciones para no darle siempre el mismo tipo de relleno en su interior. Una estupenda opción sería el pan de cereales integrales con huevo y atún, jamón serrano y tomate natural, o el de huevo cocido con aguacate.

Se trata de que los niños disfruten también comiendo cosas nuevas. Seguro que de esta forma se va eliminando poco a poco el dulce en la dieta.