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5 consejos sobre la hidratación del bebé en verano

¿Cuál es la mejor hidratación del bebé? Cuando suben las temperaturas, como es el caso del verano, hay que extremar los cuidados del recién nacido.

En verano pueden conjugarse varios factores para causar deshidratación. Es importante estar muy atentos a los bebés, ya que tienen mayores probabilidades de deshidratarse. En los bebés la deshidratación evoluciona rápidamente hacia formas más severas.  Aprende cómo mantener la hidratación del bebé en verano y evitar riesgos.

Signos de deshidratación en el bebé

Hay que recordar que la deshidratación es la falta de reposición de líquidos que se pierden naturalmente a través de la orina, heces y transpiración. En los bebés la diarrea es una de las principales causas de deshidratación. Según la Sociedad Española de Nutrición, las diarreas y vómitos causados por el calor son la causa más frecuente de deshidratación de niños y bebés en verano.

Presta atención a estos síntomas y acude al pediatra en cuanto los detectes:

Si no se atiende la deshidratación leve, se puede provocar además:

Cinco cosas que debes hacer para mantener la hidratación del bebé en verano

  1. Alimentación: los bebés hasta los seis meses deben alimentarse exclusivamente con leche materna o fórmula. Después de los seis meses: dieta equilibrada y una correcta higiene de los alimentos. En caso de deshidratación o diarrea: yogur, arroz, patatas y zanahorias cocidas, pollo hervido, plátano maduro. Lo mejor es esperar una hora después de comer para realizar actividades.
  2. Agua: hay que ofrecer agua fresca con frecuencia, como mínimo cada tres horas. Los niños pequeños no pueden reconocer la sed o pueden confundirla con hambre. Los bebés hasta los seis meses no necesitan agua.
  3. Bebidas: los niños deshidratados pueden tomar bebidas deportivas. Los bebés con deshidratación leve deben ser rehidratados mediante soluciones específicas que se suministran de a una cucharadita cada cinco minutos. Para mantener a los bebés de más de seis meses correctamente hidratados solo se debe ofrecer agua y leche, pero no refrescos, jugos, postres de gelatina o caldos.
  4. Ropa y confort: siempre lo mejor es mantener al bebé fresco y sin exceso de ropas. Si hay humedad excesiva o calor, es preferible mantenerlo dentro de casa. Si hace demasiado calor, darle un baño con agua tibia.
  5. Prevención de enfermedades: es imprescindible prevenir la diarrea infantil y cualquier tipo de enfermedad en verano. Lávate las manos antes de preparar el biberón y después de cambiar al bebé. Todas las personas, adultos o niños, que están en contacto con el bebé, deben lavarse las manos antes de tocarlo.

Ahora ya sabes cómo mantener la hidratación del bebé en verano. Ahora sí… ¡felices vacaciones!