Recetas de cocina

Salsa de queso parmesano

La salsa de queso parmesano es una preparación sencilla y rápida de preparar. La simplicidad de su elaboración no impide que sea una verdadera exquisitez. Es perfecta para sorprender a los miembros de la familia o a visitas especiales.

El queso es uno de los alimentos que posee mayores propiedades nutricionales. Por ser  un producto lácteo, aporta gran cantidad de calcio al cuerpo humano. El calcio es un mineral fundamental para la correcta y sana formación de los huesos y la dentadura.

En el aspecto nutricional, el calcio cumple una importante función en el proceso de contracción de los músculos. También es un factor clave para que la sangre pueda coagularse.

El queso parmesano también es una rica fuente de fósforo. Este mineral, el fósforo, es decisivo en el proceso de formación de las proteínas. Por su parte, las proteínas hacen posible que el cuerpo humano desarrolle los músculos. Sin un consumo apropiado de proteínas, los tejidos no pueden formarse y regenerarse.

Otra característica fundamental del queso parmesano es que aporta vitamina B2 al organismo, una vitamina que contribuye a descomponer proteínas y carbohidratos. Por este motivo ayuda a dar energía a todo el organismo.

Algunos estudios aseguran que la vitamina B2 ayuda a movilizar el hierro presente en el cuerpo humano. Por acción de esta vitamina, el hierro logra incorporarse en las células; también es útil para evitar el proceso de oxidación de las células. Es decir, que contribuye a mantener la juventud del organismo.

Ingredientes:

Cómo preparar salsa de queso parmesano:

  1. Preparar una salsa bechamel. Derretir la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio bajo. Agregar la harina y cocinarla durante unos tres minutos a fuego medio. Añadir la leche y mover rápidamente con un batidor de varillas, hasta que toda la harina quede disuelta. No deben quedar grumos.
  2. Dejar hervir a fuego medio por 10 minutos y lograr que espese la salsa bechamel clásica. Una vez logrado el punto de espesor deseado, agregar el queso parmesano rallado. Mover hasta que se funda por completo con la salsa bechamel. Mover constantemente.
  3. Pasados unos minutos retirar del fuego. Agregar pimienta y sal al gusto. Servir. Tiene que quedar con un punto denso, pero sin demasiado espesor. Como si fuera una especie de nata líquida, con la que cubrir filetes y otros platos.

Esta salsa es perfecta para acompañar pastas y carnes, y todo tipo de preparaciones. En todos los casos se obtendrá el sabor y aroma de este exquisito queso.