Cómo conseguir el frosting de colores más original
El frosting de colores es perfecto para decorar las tortas de cumpleaños de tus peques y hacerlas más divertidas y llamativas.
El frosting, en repostería, es un glaseado muy dulce y muy popular usado como cobertura de pasteles y tortas. La palabra viene del inglés y se originó en Estados Unidos cuando se preparó por primera vez el buttercream, una mezcla de mantequilla, leche, esencia de vainilla y azúcar para decorar pasteles. Su equivalente en Inglaterra es icing y significa lo mismo que frosting.
Sin embargo, frosting no es buttercream, pues la base de este último glaseado es la mantequilla. El frosting lleva más ingredientes, como azúcar, leche o agua, claras de huevo, mantequilla, gelatina y queso cremoso o de sabores, resultando en un glaseado muy cremoso con el que no solo se puede decorar pasteles y cupcakes sino también darle formas decorativas. Suelen añadírsele colorantes y hacer entonces frosting de colores. Se coloca con manga pastelera porque la textura es mucho más gruesa y no baña el pastel, sino que lo cubre.
Este tipo de glaseado es muy útil para cubrir galletas, bizcochos, pastelitos, cakepops o cupcakes, o para adornar helados, batidos, sundaes, brownies, o comerlo así, solo, para calmar antojos de dulce. Cuando el frosting o icing no lleva ni queso ni crema no debe meterse a la nevera ya que quedaría muy duro. En el caso de que sí lleve, aguanta perfectamente en la nevera dos días. Sin embargo, lo más prudente es decorar las tartas y pasteles un día antes, guardarlos en la nevera y sacarlos al menos dos horas antes de servir.
Ingredientes:
- 800 gramos de mantequilla
- 1 kilo de azúcar glas
- 200 gramos de queso crema
- Esencia de vainilla al gusto
- Colorantes fucsia, amarillo, azul, rojo, verde
Cómo preparar un frosting de colores:
- Dejar la mantequilla a temperatura ambiente.
- Cuando esté pomada, batir la mantequilla con el queso crema y la esencia de vainilla.
- Añadir el azúcar en tandas, batiendo bien entre una tanda y otra.
- Dividir en tantas partes como colorantes se tenga.
- Agregar unas gotas de colorante de distinto color a cada porción, teniendo en cuenta que mientras más se ponga más intenso será el color del frosting.
- Meter cada porción de frosting de distinto color en una manga pastelera, y ya estará listo para usarse.
Puedes hacer el frosting de los colores que quieras, incluso mezclar los colorantes y crear tonalidades. También puedes darle formas diversas con las distintas boquillas de la manga y decorar cupcakes, hacer flores y lo que tu imaginación te permita.
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