Buttermilk
En sus orígenes, el suero de leche era el líquido que se obtenía cuando la nata se batía y se convertía en mantequilla. En la actualidad, el Buttermilk posee una consistencia parecida a la leche cortada. Se cultiva añadiendo bacterias a la leche desnatada o semidesnatada, y fermentándola hasta obtener un sabor ácido.
El Buttermilk se puede incorporar a masas tipo bizcochuelos, es decir, a platos dulces como tortas y magdalenas. Siempre que se utilice este suero de leche, es necesario neutralizar su acidez incorporando bicarbonato de sodio a la elección dulce. De esta forma, se podrá añadir un delicioso sabor a miel y una consistencia jugosa a los productos horneados. Debido a que es un producto muy difícil de encontrar en las tiendas de España, la mejor opción es elaborarlo de manera casera, con una receta similar a esta.
El suero de leche suele tener un periodo largo de conservación, por lo general, de 10 a 15 días. Debido a que el Buttermilk es uno de los ingredientes más usados en la repostería inglesa, ha tenido en los últimos años un gran impacto sobre España. En la actualidad se lo incorpora con una frecuencia siempre creciente a las recetas a base de masa, con el fin de aportar una mayor esponjosidad.
Curiosamente, el Buttermilk tiene menos calorías y grasas por porción que la leche entera, además de que su consumo durante un corto periodo puede ocasionar la reducción de la presión arterial. Fuera de España es consumido como batido energético por deportistas de alta competición. Esta preparación contiene proteínas de alta calidad y es muy nutritiva, gracias a que posee grandes cantidades de vitaminas A, B, C, D y E; sus minerales como el hierro, fósforo, zinc, cobre y calcio, ayudan a reforzar huesos y dientes. Además, actúa como antioxidante para frenar el envejecimiento celular
Ingredientes:
- 250 ml. de leche entera
- El zumo de medio limón
Elaboración del buttermilk:
- Agregar el zumo de limón a la leche. Revolver y dejar reposar durante 10 minutos a temperatura ambiente.
- Pasado este tiempo tendrá la apariencia de leche cortada o yogur muy líquido. Ésta es la textura correcta, y para conseguirla se debe revolver la mezcla y utilizarla directamente (no es necesario colar el Buttermilk).
- Se recomienda comenzar a utilizarlo a los dos días de haberlo elaborado, tras un tiempo de reposo.
- Para las recetas de bizcocho, con su incorporación se consigue una interesante textura esponjosa.
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