Podcast

Levántate OK | Trasmediterránea borra el nombre de ‘Ciudad de Melilla’ a un barco porque le molesta a Mohamed VI

Javier Cárdenas aborda este lunes en LEVÁNTATE OK la decisión de la naviera Trasmediterránea de cambiarle el nombre de Ciudad de Melilla a uno de sus barcos, porque, al parecer, le molesta al rey de Marruecos, Mohamed VI.

El problema radica, dice Javier Cárdenas, en que el monarca alauí se ha ido de vacaciones al norte de Marruecos. Está en una población llamada Diques Smir, de cincuenta y pico mil habitantes, que prácticamente limita con las aguas de Ceuta, las aguas españolas. «Ha colocado dos patrulleras en los extremos de su finca y ahí está pasando unos días de vacaciones.¿Qué ocurre? Que pasa por delante el ferry que va desde España hasta la ciudad marroquí de Nador. Y ese ferry de Trasmediterránea es el Ciudad de Melilla y claro, un día lo ve pasar Ciudad de Melilla, vuelve a verlo y se cabreó».

Cuenta Cárdenas que, enfadado, «cogió el teléfono, hace una llamada a su ministro de exteriores, e inmediatamente llama al nuestro y dice ¿podrían cambiar el nombre?, al rey no le interesa, no le gusta».

La presión surtió efecto. Explica Javier Cárdenas que, tras trasladar su queja, «nmediatamente dan la orden y Trasmediterránea ahora ha cambiado el nombre de ese barco y se llama Fortuny. ¿Tú crees que es normal que nadie diga nada de lo que se le está cediendo al rey de Marruecos, una de las mayores y más inmensas fortunas a nivel mundial y que sin embargo España no deja de regalarle patrulleras? Ojo, que no patrullan, esto es muy bueno, ¿eh? Para la Guardia Civil en el estrecho no hay para vigilar el narcotráfico, pero para el rey de Marruecos sí o que hay 4×4 para que patrullen sus policías, y si quieren montar una desalinizadora, la paga España…».

Javier Cárdenas relata en LEVÁNTATE OK que España lleva inyectando dinero público a Marruecos a razón de cientos de millones cada año. No hay una cifra oficial de a cuánto asciende la inyección del último quinquenio, «pero no baja de 1.500 millones de euros, y quizás nos quedamos cortos».