Opinión

Zapatero sigue con la boca sellada

Hasta el diario El País afirma en sus columnas (no muchas) que el fraude electoral en Venezuela fue masivo que Maduro y sus esbirros asesinos no pueden seguir ni un minuto más instalados en el poder. Anotar un apunte bien doloroso: el Papa ha decidido presentar sus respetos al genocida remitiendo a su nuncio en Caracas a la mayor prontitud posible. Hay poco que explicar al respecto.

Y, a todo esto, ¿dónde se esconde Rodríguez Zapatero, el gran íntimo del torturador de su pueblo? Dicen que muy cerca de Sánchez en las Islas Canarias donde, cuentan igualmente, ha levantado un casoplón similar en coste al que disfruta en la Cuesta de las Perdices de Madrid, junto al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Hay noticias contradictorias, pero lo cierto y verdad es que está escondido, pese a lo que le gusta estar en el candelabro.

Es un asunto que le perseguirá mientras viva. Este maquiavelo de medio pelo, como le calificó en su día Pepe García Abad, nada sospechoso de militar en la fachoesfera, no ha calibrado en sus justos términos el monumental robo que sus conmilitones chavistas han perpetrado en las últimas elecciones venezolanas, donde hasta el mismísimo Centro Carter ha puesto pies en despavorida al contemplar el más colosal fraude que los bellos cielos de aquel país contemplaron. No será porque los medios amigos de ZP, algunos de los cuales concedió a sus gentes próximas durante el septenato que le cupo para desgracia de España, no le hayan brindado en bandeja hablar y explicarse.

En España y entre aquellos millones de ciudadanos hispanoamericanos que no militan en la izquierda, el prestigio del ex presidente esta bajo cero desde hace bastantes años. Tras lo sucedido hace unas semanas no se puede ni mentar su nombre. Lo más ajustado de lo que se afirma es que o, en efecto tiene una mina de lo que sea (no me lo creo), o le tienen agarrado por sus partes, tesis más probable. Pudiera ser también que, dada su elevada inteligencia, haya aspectos que desconoce el vulgo y, sin embargo, él como ser superior está en posesión de tan valiosos secretos. Asunto éste altamente improbable. Habla, ZP, habla…