Opinión

La única ‘máquina del fango’ en Paiporta fue la del Gobierno

El Juzgado de Instrucción que investiga los hechos ocurridos el domingo en Paiporta, cuando un grupo de individuos se abalanzó contra el vehículo en el que huía de la zona Pedro Sánchez -mientras los Reyes aguantaban en pie la indignación de los presentes- ha procedido a identificar a las personas que golpearon el coche oficial del presidente. Desde el Gobierno se había lanzado el bulo de que se trataba de un grupo de miembros de la «extrema derecha» que había acudido para desatar la violencia contra el jefe del Ejecutivo, dando a entender que lo ocurrido fue fruto de un plan organizado. Pues bien, como ha informado OKDIARIO, entre los identificados no hay nadie que responda al perfil dibujado por el Gobierno ni lo ocurrido parece responder a un plan preconcebido contra Pedro Sánchez. De modo, que la «extrema derecha» no aparece, por ahora, por ninguna parte. Tampoco la Benemérita, que lleva a cabo las investigaciones,  entiende que Pedro Sánchez fuera objeto de agresión alguna, pues del visionado de las imágenes no se desprende que fuera golpeado con un palo.

Todas y cada una de las veces que los acontecimientos, de una naturaleza u otra, comprometen seriamente a Pedro Sánchez, el Gobierno saca a pasear a la «extrema derecha», el único recurso de un Ejecutivo que ha perdido el sentido de la realidad y tira del mantra del «fascismo» para justificar su inoperancia. Pero que lo haya hecho también con los acontecimientos vividos este pasado domingo revela hasta qué punto Pedro Sánchez ha elevado el nivel de su ignominia. Convertir el episodio en el que un grupo de personas desata su ira contra el presidente del Gobierno en un plan orquestado por la «extrema derecha» revela la catadura moral de un Ejecutivo que ha emprendido una peligrosa huida hacia adelante. Ni Sánchez fue agredido por peligrosos «fascistas», ni la «extrema derecha» está detrás de lo ocurrido el domingo. Dicho de otro modo: la única máquina del fango en Paiporta fue la del Gobierno.