Opinión

El último canto de Pedro cisne Sánchez

Que el alcalde misógino de Valladolid, Óscar Puente, portavoz de la campaña del cisne Sánchez y su cuate de osadías, haya dicho que Susana Díaz: “Está mirando con el culo en pompa hacia la derecha”,  autoriza a decir, para solidarizarse con la mujer, que Pedro tiene una veleta en el culo que le propulsa hacia una u otra opción, de acuerdo a sus caprichos diarios. Pues no hay pajarraco tan tornadizo entre los entusiastas del roto PSOE actual que, más que coser las heridas, descosa las carencias. Por eso Susana le soltó al cisne en el bronco debate: “No hay nadie que se fíe de ti”. Sólo un penco alcanzó la meta como colocado en esa carrera sin ganadores de las Primarias, en aquel mejunje. Y fue Patxi López, que iba a lo que iba, a asegurar su sueldo futuro de politicastro que nada soluciona.

Pedro cisne Sánchez es un ganso con mil rostros. Como no sufre el paro porque vive de su acaudalada mujer, cada noche le jura que la hará presidenta de la nación, por desconocer que nación significa, según la RAE (y no esas flacas y absurdas ideas que Patxi improvisó en plan catedrático): “Conjunto de personas de un mismo origen étnico que comparten vínculos históricos, culturales, religiosos, etc., que tienen conciencia de pertenecer a un mismo pueblo y que hablan el mismo idioma en un territorio soberano e independiente”. Pero al cisne todo esto se la suda. Pactará con culés, con turbas moradas y con quien sea, que España le sale por una higa. Mientras su mujer aporte el sustento, le jurará que será la emperatriz de La Moncloa.

Cuantos nacieron imbéciles y sufren constantes recaídas, abominan de sus ídolos, a pesar de considerarlos sus tutores. Este es el caso de Pedro cisne Sánchez, un pazguato de Guinness Book of Records que se excitó por vez primera cuando Felipe González le tendió la mano sin mirarle y por segunda vez al abrazar a un gélido Alfonso Guerra, que tras el abrazo del espontáneo preguntó: “¿Quién es este idiota?”. También cuentan que al conocer a Alfredo Pérez Rubalcaba rozó el orgasmo, aunque su conocimiento de ZP no le extasió, al creerle aún más cretino que él mismo, que ya es creer. Pues bien, por si fuera poca la estulticia de este cisne de tan lindo plumaje, ahora sale despreciando a los popes del histórico PSOE. ¡Hay que ser soberbio y mangarrán para desacreditar a quienes obtuvieron 202 diputados en 1982, cifra próxima a los 85 que sacó el palmípedo en las últimas elecciones generales! ¡Menudo gaznápiro!

Este domingo, tras haber mendigado el voto de los militantes para que le rescaten de su deriva, tras haber convertido el PSOE en un nido de alacranes gracias a sus maniobras arteras, Sánchez, el tonto más peligroso de todos los tontos, entonará el canto agónico del cisne. ¡Dios quiera que acertemos, porque de fallar, España se irá a la mierda!