Silvia Intxaurrondo, la musa del sanchismo
Nada que objetar a que la Fundación Ramón Rubial, cuya vinculación al PSOE es más que evidente, premie a quien considere oportuno. Faltaría más. Lo que es más dudoso es la justificación del galardón a la periodista de RTVE Silvia Intxaurrondo: «Por su inestimable contribución a la sociedad a través de su labor informativa». Y es que la labor informativa de Silvia Intxaurrondo más que una inestimable contribución a la sociedad supone una inestimable contribución al Gobierno de Pedro Sánchez y, en consecuencia, lo que hace la Fundación Ramón Rubial es distinguirla por ese motivo. Está en su derecho de premiar a quien quiera, como OKDIARIO está en su derecho de desvelar que dicha fundación socialista recibe cerca de 300.000 euros anuales de subvenciones públicas, tal y como consta en el último «informe de fiscalización de las aportaciones percibidas por las fundaciones» del Tribunal de Cuentas.
Que la Fundación Ramón Rubial subraye la «dilatada trayectoria profesional en el mundo de la comunicación» de Intxaurrondo es normal, tanto como que considere que una de las periodistas de cámara del sanchismo es un ejemplo de «honestidad profesional» y de «compromiso con la información veraz y libre». La libertad de Intxaurrondo para defender al Gobierno es incuestionable, como incuestionable es que Intxaurrondo se ha apartado de manera interesada de la mínima neutralidad que debería guiar a alguien que trabaja en la televisión pública, pues cabe recordar que firmó un manifiesto contra los medios críticos con el Ejecutivo. Porque -y he aquí la cuestión fundamental- la libertad de la que hace gala la periodista sanchista para defender al Gobierno contrasta llamativamente con la indignación que le provoca que los medios que no le bailan el agua al sanchismo hagan también uso de su libertad. Que la tienen, mal que le pese a Intxaurrondo. Y por eso cuestionamos -desde nuestra libertad- que la labor informativa de la musa del sanchismo constituya «una inestimable contribución a la sociedad». De eso, nada.