De Sánchez a Barrabés: la ruta de Benasque

La pregunta es recurrente y sirve para todas las subvenciones aprobadas por el Consejo de Ministros y, en consecuencia, firmadas de su puño y letra por Pedro Sánchez. ¿Sabía el presidente del Gobierno que la ayuda de un millón de euros otorgada por el Ministerio de Cultura del entonces ministro Miquel Iceta a la Fundación Deporte Joven, dirigida por Félix Jordán de Urríes, terminaría en el conglomerado empresarial del socio de Begoña Gómez, Carlos Barrabés? El objetivo de la subvención era el desarrollo, por parte de la Fundación Deporte Joven, de un «modelo actualizado del deporte español», mediante una evaluación de la situación «de todos los agentes implicados en el ecosistema deportivo» para «identificar las palancas de cambio necesarias». Todo eso está muy bien, pero aquí la cuestión es determinar si el presidente estaba tanto del recorrido que seguiría la millonaria ayuda pública. Es decir, de si era conocedor de que, al final, el beneficiario, por la vía de una subcontratación, sería el socio de su mujer.

El proceso es muy similar al registrado con la ayuda pública de otros 12 millones de euros autorizada por el Consejo de Ministros  -y firmada en consecuencia por Pedro Sánchez- a la Asociación del Deporte Español (Adesp). Dicha asociación lo que hizo después fue subcontratar a la empresa de Carlos Barrabés, que terminó llevándose cuatro millones de euros. Obsérvese que en todos los casos hay una asociación que es la que recibe la ayuda directa del Ejecutivo de Pedro Sánchez  y que, después, otorga a las empresas del socio de Begoña Gómez la ejecución del proyecto. Una forma de subvención encubierta que llama la atención por la vinculación existente entre los responsables de las asociaciones que reciben la ayuda gubernamental y Carlos Barrabés -unidos todos por la localidad pirenaica de Benasque-, que siempre termina llevándose el gato al agua. Cualquiera diría que el fin último era que el socio de Begoña Gómez se llevara, sí o sí, el dinero.