El Rey pone en valor la independencia de la Justicia ante los nuevos jueces

Rey Justicia

En unos tiempos en los que el mundo de la justicia vive un momento de controversia y discordancia entre los sectores mas conservadores y los más progresistas, el Rey Felipe VI se dedicó a recalcar la importancia esencial de la independencia judicial. Lo hizo en Barcelona, ante los nuevos profesionales de la judicatura que recibieron sus credenciales para ejercer a partir de ahora su labor de administrar la Justicia en los términos que formula la Constitución siendo jueces y juezas independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley.

No fue ésta la única vez que el Jefe del Estado citó la importancia de que los nuevos administradores de justicia cumplan con su obligación de hacerlo sin que nada les influya. En otro párrafo de su discurso, el monarca señaló que sin justicia, y sobre todo sin una Justicia independiente, no existiría verdaderamente el concepto de una comunidad política democrática. A la hora de poner en valor la función de juzgar y ejecutar lo juzgado, de nuevo don Felipe recordó que es atribuida en exclusiva a un poder del Estado independiente y plenamente separado de los demás poderes.

Las palabras del Rey, dirigidas a los integrantes de la 72 promoción de jueces y juezas que a partir de ahora se integrarán a los tribunales para cumplir con su obligación de juzgar los actos que se cometan fuera de la ley, señalaron a los que se incorporaban a la carrera judicial que sólo podrán hacer su labor con éxito si se guían con rigor y se mantienen firmes en su honorabilidad y su independencia. Dentro de lo que se podría considerar un discurso cuyo eje giró en torno a esa cualidad imprescindible para los nuevos magistrados a la hora de cumplir con su función en la sociedad, está claro que la preocupación de la Corona es la de borrar cualquier duda sobre lo importante que es ese aspecto concreto de la administración de Justicia.

De ahí, el párrafo más extenso de la intervención del Rey Felipe ante los nuevos jueces y juezas: «La independencia de la Justicia es esencia del Estado de derecho y todos han de preservarla y respetarla». Y añadió: «La independencia del Poder Judicial como institución es imprescindible para el adecuado funcionamiento de la democracia, así como la de cada juez en el ejercicio de su función jurisdiccional. A la hora de impartir justicia, ha de convertirse en una norma de comportamiento y en un modelo ético de conducta».

No olvidó el Jefe del Estado otras recomendaciones a los nuevos jueces como las cualidades que deberán acompañar su conducta, tales como la prudencia, la serenidad, la templanza y la mesura, la integridad, la honestidad y la imparcialidad, valores y principios que no se deben de comprometer.

No quiso el representante de la Corona dejar de lado algún aspecto que le preocupa en estos momentos, dada la atmósfera conflictiva y poco transparente que vive uno de los poderes esenciales del Estado. Él cumplió con su deber al advertir sobre los riesgos que se corren cuando no se cumple adecuadamente con sus deberes y obligaciones esenciales.

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