Opinión

Puñalada a los que luchan contra la tiranía cubana

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Están tan ocupados en asesinar el milagro de la Transición (el de la reconciliación entre españoles que creíamos definitiva) que olvidan la masacre de los más elementales derechos humanos que ahora mismo se está produciendo en Cuba y llevan perpetrándose desde hace 62 años.

El secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, a la vez secretario de Estado para la Agenda 2030, está eufórico por haber podido violar la Ley de Amnistía (1977) y cree haber abierto la puerta para encausar los “crímenes” que ocurrieron, si ocurrieron, hace más de 60 años. Se olvida, a conciencia, de que en los regímenes que él representa, defiende y blanquea esos crímenes se están produciendo ahora mismo. No habrá tenido tiempo, tan ocupado como anda el muchacho ahora que viaja en coche oficial, de escuchar el alegato de un artista de izquierdas, Yunior García, detenido domiciliariamente por la policía cubana, y que ha logrado evadirse a España.

Debería dejar, por un momento, las orejeras con las que se adorna y escuchar a García; su alegato, que no informa de nada nuevo de lo que ocurre en la isla caribeña, por sabido y comprobado, resulta estremecedor. Ni pan, ni libertad, ni derechos. Miseria, represión, asesinatos políticos, conculcación de los más elementales ingredientes en los seres humanos.

Podía hablar de Venezuela, de China o Corea, pero hoy escribo de Cuba. Ahí, Santiago tendría mucho tajo, porque, además, conoce bien la piel del castrismo. No en vano ha sido invitado en numerosas ocasiones, pero en condiciones bien distintas a los que sufren los “súbditos” de los Castro (que no ciudadanos) de aquel país. Podría hacer gran carrera como abogado si se dedicara full time a perseguir a los tiranos caribeños. Y de paso, podría llevar algunas viandas a los famélicos habitantes de la isla grande. Aleccionarles cómo vive un comunista español con pisazo de lujo en el centro de Madrid en un país democrático.

PD. Ahora que se cumplen 32 años de la caída del Muro de Berlín, Enrique Santiago podría dar magníficas conferencias explicando que aquel muro levantado por comunistas fue derribado por los habitantes de una parte de Alemania con sus propias manos.