Opinión

Prostíbulos, la palabra que destruye a Sánchez entre sus colegas del mundo

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

El gran filósofo/politólogo liberal, Karl Popper, escribió esto que se puede aplicar con tanta actualidad hoy en España: «La democracia es el único sistema que nos permite deshacernos de nuestros gobernantes sin derramamiento de sangre». Para ello, hay que tener gobernantes que crean en la democracia, que no se consideren la punta de lanza del liberalismo.

No parece que Pedro Sánchez sea, precisamente, un ejemplo de limpieza, un tipo que esté cómodo ante el espejo. No podía ser de otra forma. Un tipo que ha hecho de la mentira y la manipulación, su forma de vida no iba a cambiar ahora ante sus conmilitones que le deben sus grandes sueldos, sus coches oficiales y cambio de estatus.

Hay, sin embargo, una afirmación que ha pasado de tapadillo. «Haremos todo y más para evitar que llegue la coalición ultraderechista». ¿Qué significa «todo y más»? Especialmente, ¿qué ha querido decir con más? En Sánchez, toda la maldad antidemocrática hay que tomársela en serio porque tiene acreditado que, en efecto, es capaz de cualquier cosa a la hora de perseguir sus intereses. Y su máximo interés es permanecer en el poder a toda costa.

Después de conocer que autorizó la creación de una brigada de fontaneros pagados con dinero público, y bajo el mando del obsceno Santos Cerdán para buscar trapos sucios de jueces, fiscales, periodistas y opositores en general, ¿qué se puede esperar del sujeto que vivió de puta madre gracias a los óbolos que se gastaban los gays en las saunas de su suegro?

La oposición, muy singularmente Núñez Feijóo, debe estar preparada para cualquier maniobra oscura que las calderas sanchistas estarán, sin duda, perpetrando. No hay muro que se le resista. Con la punzada letal que lleva en su alma política, este tipo de personajes, enfermizos, son muy peligrosos, entre otras cosas, porque les resulta muy difícil distinguir el bien del mal.

Lo que no esperaba, porque se cree superior, es que en un minuto parlamentario Feijóo destruyera de un plumazo su prepotencia y sus mentiras. «¿De qué prostíbulos ha vivido usted?». Se acabó la historia. Los colegas de Sánchez en Europa y en el mundo, informados por los grandes medios de sus países, ya saben que Pedro Sánchez, el magnífico tocapelotas, vivió de «prostíbulos/saunas» gays.

¿Es ello verdad? Sí. ¡Ajo y agua!

A día de hoy, en cualquier caso, no hay novedad en la pocilga.