Opinión

Pedro Sánchez entra en el ‘Guinness’ y ya ‘vende’ 523 pisos por hora

Pedro Sánchez lo ha vuelto hacer: ha anunciado en el Senado otros 20.000 pisos públicos más, que se suman a los 50.000 de la Sareb que ‘vendió’ hace 9 días y a los 43.000 que comunicó en un mitin unas jornadas después. En total, el presidente del Gobierno se ha sacado 113.000 viviendas de la chistera: un total de 12.555 pisos por día o, lo que es lo mismo, 523 nuevos pisos por hora, un récord mundial que le catapulta al olímpo del sector inmobiliario. A ese ritmo, si hubiera empezado a vender pisos el mismo día que llegó al poder se habrían construido en España veintidós millones de viviendas. El último dato del Instituto Nacional de Estadística cifra en 25.882.055 el número de inmuebles en España, de modo que al ritmo impuesto por Sánchez, si en lugar de ser falsas las casas hubieran sido verdaderas, se estaría cerca de superar el actual parque de viviendas. Llegados a este punto, pueden hacerse dos cosas: llamar a Pedro Sánchez sinvergüenza y, al tiempo, tomarse a pitorreo la frenética actividad constructora de un presidente que se ha lanzado a una impúdica subasta con la mirada puesta en las elecciones del 28 de mayo. Si tenemos en cuenta que en lo que va de legislatura el Gobierno socialcomunista no ha entregado la llave de ninguna vivienda habrá que convenir que estamos ante la más gigantesca estafa electoral de la historia de España.

Y lo peor es que este ‘vendepisos’ sin escrúpulos sigue anunciado nuevas promociones bajo el aval del Gobierno de España. En circunstancias normales, la campaña del ladrillo de Sánchez provocaría indignación, por jugar alegremente con las necesidades de muchos españoles, pero lo triste es que a estas alturas sus anuncios provocan hilaridad. Y lo malo es que, despegado de la realidad, Pedro Sánchez no es consciente de que está haciendo el ridículo. Cómo será la cosa que Sánchez  ‘vende’ 523 pisos por hora y, cuando los vas a buscar, hay un páramo con millones de mentiras.