Opinión

El patinazo del juez Serrano sobre ‘La Manada’

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han presumido este fin de semana de que la sentencia del Tribunal Supremo que eleva a 15 años de cárcel la condena a los miembros de La Manada es fruto de las movilizaciones feministas que ha provocado esta causa judicial. El presidente de Vox en Andalucía, el juez Francisco Serrano, también lo interpreta así al sostener que la sentencia ha sido dictada «por una turba feminista supremacista».

Es innegable que los partidos de izquierdas han intentado condicionar, con su discurso, la resolución del Supremo. Asumir que lo han conseguido no sólo implica negar la independencia judicial en España. Supone además cargar de argumentos a los abogados de la defensa para que puedan recurrir la sentencia ante el Constitucional, alegando que sus representados no han tenido un juicio justo, debido a la falta de imparcialidad de unos magistrados sometidos a la presión de la opinión pública.

Es evidente que tanto el PSOE como Podemos han utilizado el caso de La Manada como arma política. Algo que contrasta con el absoluto silencio de ambos partidos sobre las violaciones cometidas recientemente por otras Manadas, como las de Alicante, Gran Canaria o Callosa del Segura.

Ante estos hechos, el líder de Vox en Andalucía, Francisco Serrano, ha asegurado que la sentencia del Supremo es «un torpedo directo contra la heterosexualidad». Las críticas de Serrano al Alto Tribunal resultan desmesuradas y fuera de lugar, igual que cuando afirma que a partir de ahora «la relación más segura entre un hombre y una mujer será únicamente a través de la prostitución».

Mientras siga habiendo en España jueces sensatos y rigurosos, no cabe duda de que se aplicará la Ley de un modo imparcial, como han demostrado repetidas veces los magistrados del Tribunal Supremo, también en el caso de La Manada. Pero si el PSOE y Podemos cumplen su compromiso de reformar los delitos sexuales, para que únicamente tenga valor la palabra de la mujer ante un tribunal, puede hacerse realidad el peor pronóstico del juez Serrano: «La diferencia entre tener sexo gratis y pagando, es que gratis te puede salir más caro».