Opinión

Los letrados del Congreso entran en campaña

A un día de las elecciones en Castilla y León, los letrados del Congreso han decido entrar en campaña y hacer público un informe en el que concluyen que no hubo error informático ni actuación irregular de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, al impedir que el diputado del PP Alberto Casero rectificase su voto a favor de la convalidación de la reforma laboral. Tanta prisa tenían los letrados en salir en defensa de su jefa -ya lo hicieron cuando esta trató de sortear al Tribunal Supremo, que pedía la inhabilitación del diputado podemita Alberto Rodríguez- que no han esperado a que se reuniera, el próximo martes, la Mesa del Congreso. Estamos ante una de esas filtraciones más propias de la voz de su amo/a que de un cuerpo de funcionarios que, por definición, tendría que ser pulcro en sus actuaciones.

Los servicios jurídicos del Congreso descartan que en este caso fuese de aplicación el Reglamento de 2012 que regula el procedimiento del voto telemático y que obliga a la presidenta de la Cámara a «comprobar telefónicamente con el diputado, antes del inicio de la votación presencial, la emisión efectiva del voto y el sentido de este». Según los letrados, ese procedimiento, que obligaría también a Batet a convocar la Mesa del Congreso cuando Casero solicitó votar de manera presencial, algo que la  presidenta socialista de la Cámara no hizo, fue cambiado sobre la marcha a causa de la pandemia.

Pues, con todos los respetos, es más que discutible que un Reglamento pueda ser derogado sin mediar otro que lo deje sin efecto, por mucho que se empeñen los letrados del Congreso. Tendrá que pronunciarse el Tribunal Constitucional, porque el argumento de los letrados de la Cámara -filtrado convenientemente- es de una endeblez jurídica notable. Han corrido mucho los letrados para soltar el informe justo en el final de la campaña de Castilla y León. Y las prisas, ya se sabe, suelen ser malas consejeras