Opinión

Los jardines de Begoña: una impúdica exhibición de apropiación de lo público

No se trata de insistir en lo evidente: que Begoña Gómez, con independencia de cual sea su horizonte penal, traspasó sin ningún recato la línea que separa lo público de lo privado, al promocionar sus actividades empresariales en la Universidad Complutense desde los jardines de la Moncloa. El vídeo que hoy publica OKDIARIO no admite duda alguna: la esposa del jefe del Ejecutivo aparece vendiendo las bondades de su máster en un escenario que es sencillo de identificar. La residencia oficial del presidente del Gobierno. Está por ver si la grabación del ‘anuncio’ corrió de su cargo o si en la misma participó personal de la Moncloa -sería, si así fuera, el colmo-, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que Begoña Gómez no se preocupó siquiera de cuidar las formas y buscar otros exteriores menos comprometedores para el ‘rodaje’. Una asistente personal sacada de la nómina de asesores de Presidencia del Gobierno se encargaba de llamar a las empresas en busca de patrocinadores para su jefa, mientras que esta utilizaba los jardines de palacio para hacerse publicidad. ¿Y Pedro Sánchez? Pues se supone que aplaudía detrás de la cámara.

Habrá a quien esto le parezca una cuestión menor, pero en realidad es que en un escándalo como el que rodea a la mujer del presidente los matices estéticos -las formas- contribuyen a definir el perfil moral del personaje. Alguien que utiliza la residencia oficial del presidente como improvisado plató natural para poner en valor sus negocios privados merece, sin duda, un reproche ético, pero con cuatro imputaciones encima esto ya no va de que Begoña Gómez haya hecho cosas que están feas, sino de que su comportamiento entra de lleno en lo que es contrario a la ley, según el Código Penal. Y en esas estamos: los cuatro delitos por los que está siendo investigada tienen que ver, en gran parte, con el impúdico desahogo con el que Begoña Gómez utilizaba medios que están vetados a quien no ostenta cargo alguno ni es autoridad del Estado.