Opinión

La incoherencia de algunas restricciones

Desde el mes de marzo vivimos en un mundo en el que se ha perdido la libertad de manera importante, con constantes restricciones derivadas de la existencia de la pandemia. Restricciones muy duras en muchos casos, pero sobre las que, en muchas ocasiones, hay serias dudas de que sean necesarias y efectivas. Ahí está el debate sobre si utilizar mascarilla o no que el propio Gobierno libró, cambiando de criterio, o la mayor incidencia por número de fallecidos en España, en Italia, Francia y Reino Unido, cuando son los países que han aplicado medidas más duras, frente, por ejemplo, a Korea o Noruega.

Ahora bien, más allá de ese debate sobre si son efectivas o no, muchas de estas decisiones se vuelven contradictorias y, por tanto, desconciertan. Veamos algunos casos relevantes en los que parecen incoherentes:

Son todo un conjunto de incoherencias que muestran que en el futuro habrá muchas cosas que explicar, pues no tienen ni pies ni cabeza, como da mucho que pensar el hecho de que cuando más bajaron los contagios fue cuando el Gobierno no obligaba al uso de mascarilla y sí imponía el salir todos a la misma hora, o que quienes han llevado a cabo las restricciones más duras, sean quienes peor hayan sufrido la pandemia. En cualquier caso, son contradicciones que no tienen explicación, salvo la de la improvisación y la ausencia, en muchos casos, de rigor técnico, que podría llevar a pensar que hay más de mostrar que se hace que de que realmente sea efectivo y lógico lo que se hace.