Opinión

Los hijos de Putin que mantienen a Sánchez

Al final, las cosas terminan cayendo por su propio peso: Pedro Sánchez se ha encontrado con la firme oposición de sus socios de Gobierno al despliegue militar en Ucrania y nada menos que Podemos -partido con el que comparte Ejecutivo- ha hecho gala de su animadversión atlántica y, de facto, se ha posicionado del lado de los intereses rusos. Lo mismo cabe decir de los golpistas catalanes de ERC o los proetarras de Bildu. Es decir, quienes mantienen a Sánchez en La Moncloa son los más firmes detractores de la implicación de España en el conflicto entre Ucrania y Rusia. El progresismo era eso: a la hora de la verdad, quienes no se sienten concernidos con España y su posición en el mundo -los enemigos de España, para entendernos- son los mismos que mantienen con sus votos a Pedro Sánchez. Los hijos de Putin se reparten entre las formaciones de izquierda que mantienen al presidente del Gobierno.

Esta es la realidad. Al final, la lealtad institucional se demuestra en situaciones como esta: PP y Vox apoyan el despliegue militar, mientras golpistas, populistas y formaciones de ultraizquierda cargan contra el papel del Ejército español y la política de Defensa nacional. Conclusión: la oposición en este caso la ejercen, precisamente, quienes tienen a Sánchez cogido por la entrepierna y le prestan sus votos a cambio de un altísimo precio que pagamos todos los españoles.

Quienes mantienen a Sánchez orbitan ideológicamente alrededor de Moscú. Lógico si tenemos en cuenta que el Consejo de Ministros de España es el único en el que tienen asiento miembros del Partido Comunista. Sánchez ha hecho lo único que podía hacer -cumplir con el papel que le corresponde a España-, pero habría sido interesante comprobar la respuesta del PSOE en el caso de que hubiera sido el PP quien ordenara el despliegue militar en Ucrania. Muy, pero que muy interesante