Un Gobierno a pie de obra de la corrupción de Cerdán

Entre todas las promociones de viviendas públicas destinadas al alquiler social protegido que se están construyendo en España, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, eligió una el pasado 25 de octubre para visitar las obras. Fue en Navarra, concretamente en el barrio pamplonés de Ripagaina, donde posó con los responsables de la promoción y el jefe de obras. También se reunió con la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, de quien alabó el trabajo que estaba haciendo «en materia de políticas públicas de viviendas».
El proyecto visitado por Rodríguez consta de dos fases, de 46 y 47 viviendas que forman parte del Plan Navarra Social Housing. Las obras fueron adjudicadas, qué casualidad, a la UTE Acciona-Servinabar, empresa esta última registrada por la UCO y que es propiedad al 45% de Santos Cerdán, como ha acreditado la Guardia Civil.
No deja de resultar sorprendente que la ministra de Vivienda visitara esta obra en concreto, se supone que por recomendación de la presidenta del Gobierno socialista navarro, María Chivite. Servinabar está en el epicentro de la corrupción de la cúpula de Ferraz, en el eje de las mordidas de la trama Cerdán-Ábalos-Koldo, y fue -qué casualidad- una obra de esta empresa de apenas 9 trabajadores que se adjudicó millonarios proyectos del Gobierno navarro la que la ministra eligió para completar su visita a Navarra.
Que Servinabar era un foco de corrupción del PSOE lo acredita la UCO y las imágenes que hoy ofrece OKDIARIO, la constatación gráfica de que entre el PSOE y esta pyme había una relación de connivencia, hasta el punto de que un ex presidente de la SEPI imputado por corrupción fue colocado en la compañía de Santos Cerdán y Antxon Alonso, que ha resultado beneficiada en adjudicaciones que suman 86 millones de euros (con IVA, 104). Cada cual que saque sus propias conclusiones, pero anda que no hay promociones de viviendas públicas –menos de las que serían necesarias, eso sí– como para que la ministra de Vivienda avalara con su presencia la de la empresa de Cerdán. En efecto, lo que parece es un Gobierno a pie de obra de la corrupción. Verde y con asas.