Opinión

Falta de mascarillas: negligencia mortal

No se puede ir a la guerra -la lucha contra el coronavirus lo es- sin medios. Mientras la Comunidad de Madrid demanda al Gobierno que desbloquee la entrega de material sanitario, especialmente 13 millones de mascarillas, los proveedores especializados en material sanitario denuncian que Sanidad bloquea la llegada a España de más de 1,5 millones de mascarillas, procedentes de China y que podrían ser entregadas en un plazo de 72 horas, con el argumento de que falta una autorización que, en condiciones normales, tarda 6 meses en tramitarse.

¿Cómo es posible que Sanidad no agilice los trámites? Desde la declaración del estado de alarma, y hasta la fecha, el Ejecutivo de Sánchez no ha cursado nuevos pedidos. Desde que China abrió las exportaciones de material sanitario para suministrar a Occidente, una vez superada su propia crisis sanitaria, no se ha registrado ningún pedido oficial de las instituciones españolas. De ahí que el Gobierno haya decretado la expropiación, en aduana, de todos los envíos de mascarillas y guantes que sí habían anticipado las administraciones regionales o que pertenezcan a grupos hospitalarios privados y distribuidoras farmacéuticas.

La producción en China se sitúa en este momento en cerca de 1 millón de mascarillas diarias listas para su distribución internacional y cerca de 5 millones de unidades en proceso de fabricación para atender a pedidos ya formalizados. Como el Gobierno no ha solicitado aún el envío de mascarillas, tendrá que esperar, cuando lo haga, a las siguientes remesas, lo que implica un retraso de, al menos 10 días.

Expertos del sector aseguran a OKDIARIO que «hemos ofrecido nuestro stock -en este momento de cerca de 300.000 unidades – para su entrega inmediata a varias administraciones regionales y todas nos dicen lo mismo: el Gobierno se está apropiando de toda la producción y todos los pedidos, pero lo cierto es que el material no está llegando a ningún sitio. Es una situación lamentable».

Tan lamentable que podemos estar ante una negligencia mortal, porque la inacción o descontrol del Gobierno en un asunto vital para hacer frente al coronavirus se está cobrando muchas vidas. Y cada día que pasa, la situación  adquiere dimensiones más trágicas.