Opinión

Escandalosa servidumbre de la prensa apesebrada

Siento una profunda vergüenza ante la deriva que ha tomado mi gremio, el periodístico, renunciando a su obligación de fiscalizar al poder cumpliendo con su compromiso, sagrado, de servir a los intereses de la ciudadanía.

Lo que me obliga a escribir estas líneas es haber entrado en un quiosco y leer estos titulares. Última Hora: Tensión en la política balear por la comida de Prohens con Rodríguez, y justo al lado, el Diario de Mallorca: Armengol, sobre la comida de Prohens y la cúpula del PP con Rodríguez: «No sé cómo pagarles el favor que nos han hecho».

Objetivamente puede ser aceptable el uso de tales titulares, siempre y cuando también circulase en la dirección de señalar las derivas impresentables del Pacte de Progrés, sin ir más lejos dar el esquinazo a la comisión europea para investigar las menores prostituidas a pesar de estar tuteladas por el Pacte, un escándalo que no ha aparecido en ningún titular de la miserable prensa apesebrada, es decir UH y DM. Y a la espera de contribuir a esclarecer el caso puertos, Podemos de protagonista. Sin olvidar el silencio sepulcral de la prensa apesebrada en relación a negar el derecho constitucional al 25% de la educación en castellano. Es que son.

Soy consciente de la penuria que atenazó a la profesión periodística cuando se decidió arrinconar al director periodista y darle alas al gestor encargado de ingresar dinero por sumisión al poder, cuando en una democracia lo que prima es la no injerencia de la administración en la libertad de expresión.

La prensa local, puede que vocacionalmente apesebrada, lleva ocho años en el empeño de silenciar cualquier escándalo del Pacte de Progrés, porque así pagan su silencio con subvenciones. ¿Quieres publicidad institucional? En ese caso, mira para otro lado. ¿Quieres mantenerla?, entonces ya sabes: a cargar tintas contra la derecha, da igual lo que haga. Eduardo Inda, cuando presentó el proyecto de OK Baleares, lo dejó muy claro: Maria Antònia Munar le ofreció un millón de euros si miraba hacia otro lado y EL MUNDO dejaba de hurgar en corrupciones de UM. El resultado: Munar a la prisión. Porque Inda primó la independencia del periodismo como cuarto poder.

Me produce una profunda pena el papel que juegan los nuevos batidores en las redacciones de los diarios apesebrados, hipotecada la independencia de criterio para convertirse en siervos del poder, y eso no es periodismo; solo es servidumbre al mejor postor. Es igual que Marga Prohens reconozca el error de aquella comida, igualmente explicitado por la dirección nacional del PP. Lo que importa es alimentar las dudas, las insinuaciones, las señales que lleven a interpretar el gesto como inequívoca perversión a beneficio del Pacte de Progrés. «No sé cómo pagarles el beneficio que nos han hecho», se despacha una hipócrita y falsaria Francina Armengol, que se sabía hundida en las encuestas y ha recurrido a UH y DM para intentar levantar el vuelo.

¡Claro que fue un error! Probablemente un pecado de inexperiencia, aunque sin mayores consecuencias, porque Rodríguez lleva tiempo fuera de juego. Sin embargo, la izquierda ha tocado el pito a la obediencia para que toda la prensa apesebrada haga causa común y señale ¡ésta es la derecha!

Unos, actuando como lo tontos del culo que son; otros –si me lo permiten-, como una jauría de impresentables jaleando los sobres que les han caído en mano y lo más triste, para sobrevivir, simplemente para sobrevivir, porque a la prensa de papel ya sabemos que le quedan los días contados.

Llevo ocho años menospreciando a UH y DM, y mira que en mis inicios les tenía veneración. Hasta prostituirse a las órdenes de la extrema izquierda.