Opinión

El futuro está en buenas manos

César Alierta deja la presidencia de Telefónica pero confía el futuro de la compañía a las manos expertas del consejero delegado, José María Álvarez-Pallete. Un hombre con un excelente perfil profesional para seguir ahondando en la revolución y evolución digital de este buque insignia del mundo de la empresa no sólo en España, sino en el mundo. Tras 15 años como presidente, Alierta seguirá formando parte del Consejo de Administración y se ocupará de desarrollar temas sociales como la Educación Digital y la Fundación Telefónica. Una manera de hacer más fácil la transición hacia Álvarez-Pallete, de amplísima experiencia en el mundo de las telecomunicaciones y que aportará su visión en el mundo digital para seguir fortaleciendo la constante internacionalización de la compañía y su presencia en países como España, Alemania, Brasil o el resto de territorios latinoamericanos.

El próximo presidente de Telefónica ha tenido en César Alierta un guía de excepción desde el año 2000, cuando éste último ocupó la presidencia del grupo. Desde entonces han trabajado estrechamente. Por lo tanto, el camino recorrido juntos es un importante activo que añadir a la amplia formación de Álvarez-Pallete, algo fundamental para afianzar el liderazgo de Telefónica en la vanguardia de las telecomunicaciones. El nuevo presidente se encontrará además con el reto de reducir la deuda de la compañía así como mejorar el rendimiento de sus inversiones en Latinoamérica. Tras 17 años dentro de la empresa, y siempre junto a Alierta desde que éste llegara, parece la persona adecuada para potenciar aún más el valor de la misma. Telefónica es actualmente un gigante con la solidez incuestionable que otorgan más de 550 millones de clientes en 20 países.