Opinión

Cuerpo a tierra, que viene Simón

Mónica García, la médico, madre y ministra de Sanidad, ha decidido marcar un punto de inflexión crucial a la gestión de su departamento y encarar el futuro con perspectivas renovadas, de modo que una de sus primeras medidas -todo un ejemplo de savia nueva- ha sido la de recuperar para su equipo de colaboradores más estrecho a Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) al que el Gobierno de Pedro Sánchez convirtió en su portavoz durante toda la pandemia, y sobre el que dejó descansar el supuesto criterio técnico que tenían algunas de sus decisiones políticas.

El mismo que dijo que «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado» regresa en plena ofensiva de Mónica García por volver a imponer el uso de las mascarillas de forma obligatoria en centros de salud y farmacias. Fernando Simón, partidario de declarar la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios (apareció en la reunión de ayer con tapabocas), fue el mismo que, en su día, en lo peor de la pandemia, dijo que las mascarillas no eran necesarias y luego reconoció que lo hizo porque había escasez. De modo que la ministra de Sanidad ha decidido contar con la persona que más erró durante la pandemia, si bien es justo reconocer que su grado de exposición pública le hacía candidato al título.

En pleno repunte viral de gripe A, Covid y otros virus respiratorios, Fernando Simón vuelve y son muchos los españoles que cruzan los dedos ante el retorno del personaje. El arma secreta de Mónica García era esa: desempolvar a quien durante meses nos ilustró sobre cómo protegerse del coronavirus. El mismo que dijo, sin que le temblara una ceja, que permitiría que sus hijos fueran a las manifestaciones del 8M pese a que aquellas concentraciones con motivo del día de la mujer en 2020 se convirtieron en una bomba biológica.