Opinión

Se cuece a fuego lento un acuerdo letal para España

Delegaciones del PSOE y ERC se reunieron en el Congreso de los Diputados en la primera jornada de negociaciones para tratar de alcanzar un acuerdo de investidura. Resultado: ambas partes coinciden en la necesidad de seguir manteniendo contactos. Lo que sí parecen haber conseguido los independentistas es lograr que el Gobierno ya hable abiertamente de «conflicto político» en Cataluña.

No es baladí que el Ejecutivo socialista se acerque progresivamente al lenguaje de los separatistas, señal de que la estrategia diseñada por el PSOE pasa por ir articulando su discurso a las demandas del partido que lidera desde prisión Oriol Junqueras. Horas antes de la reunión, Carmen Calvo dejaba otra perla indiciaria del cambio en el discurso socialista: «Es una oportunidad extraordinaria para lanzar un mensaje de altura en la política, por nosotros así va a ser y va a ser con un partido que es otra izquierda histórica de este país, si bien lo es, evidentemente, en el territorio de Cataluña».

Calificar a ERC de «izquierda histórica en Cataluña» no deja de ser un guiño muy significativo, toda vez que esa «izquierda histórica»tiene a su máximo responsable, junto a otros dirigentes, en la cárcel por un delito de sedición. Que Carmen Calvo ponga el acento en el carácter histórico de la formación separatista y obvie que participó activamente en la estrategia de subversión del orden constitucional es muy revelador de que el PSOE acude a las negociaciones dispuesto a aceptar todas las exigencias de los independentistas que estén en manos de ser concedidas por Pedro Sánchez. Conceder la autodeterminación no está entre las facultades -por fortuna- del presidente del Gobierno en funciones, por lo que presumiblemente el PSOE irá en sus concesiones hasta el límite del marco constitucional, pero con el compromiso, como ha informado OKDIARIO, de implicarse en una reforma de la Carta Magna que satisfaga en buena parte a los golpistas catalanes.

En suma, el PSOE empieza a blanquear la imagen de ERC con guiños como el de «izquierda histórica en Cataluña». Primera concesión a la espera de que avancen las negociaciones. Se está cociendo a fuego lento un acuerdo letal para la unidad de España.