Opinión

Cruce de rachas

Más que las derrotas en si mismas, las pésimas actuaciones del Mallorca en Cornellá y Mendizorroza exigen no solamente un cambio de rumbo, sino de disposición y resultados. Espanyol y Alavés sembraron la duda entre los seguidores mallorquines y quién sabe si en los propios jugadores o el cuerpo técnico. Con todo ello tendrá que lidiar Arrasate, con más bajas cuantitativas que en detrimento del potencial de su plantilla, para afrontar un desplazamiento largo, Gran Canaria, ante una U.D. Las Palmas reactivada tras el relevo de Diego Martínez en el banquillo en sustitución de Carrión.

El cambio en la dirección técnica «pío pío» impide un análisis más preciso del equipo que, con el paréntesis de su caída en el Wanda Metropolitano, viene de ganar en Valencia y Vallecas marcando 6 goles y al Girona en casa. El desentendimiento de Valles, su portero revelación de la pasada temporada, con el club, es historia pasada. Cillesen rinde bien bajo palos, cubierto por una zaga expeditiva bajo la batuta de Alex Suárez y McKenna o Mika Mármol, con el ex mallorquinista Marvin, recuperado, o Viti en un lado y Alex Muñoz en el opuesto. Tiene hombres creativos en el centro del campo, bien Javi Muñoz o Campaña, y detrás de su hombre más adelantado, Fabio Silva, tanto Sandro como, sobre todo, Kirian y Moleiro definen entre un rosario de recursos.

La ausencia de Cuéllar, tercer portero, en la expedición balear no preocupa demasiado. La de Asano, que va para largo, tampoco. Lato y Abdón no son titulares y, en todo caso, la permanencia en la enfermería de Maffeo y Larin tampoco lastran excesivamente el hipotético potencial del Mallorca, de la misma manera que la rehabilitación de Valery lo mejora. Ha viajado Marc Domenech, por lo que pueda ser, y de Jagoba depende si salir con el único punta restante, Muriqi, o buscar un segundo apoyo como ocasionalmente ha hecho con Dani Rodríguez. En mi opinión, el dilema del lateral derecho se reduce a confiar de nuevo en Antonio Sánchez, si bien el flanco izquierdo canarión requiere una especial atención. Lo más importante, como casi todo en la vida, será la actitud sin la que de poco vale la aptitud, que no es lo mismo.

Buen árbitro. Le toca a Muñiz Ruiz, de Pontevedra. En la tercera jornada Mallorca, 0- Sevilla, 0. 33 años. Parco en tarjetas amarillas, no tanto en las rojas. Sigue el juego de cerca, es tranquilo y permisivo, pero también inflexible. No es internacional, pero lo será. Algo sensible, como casi todos, a las indicaciones del VAR, donde estará el madrileño Pizarro Gómez.