Opinión

Cristina Cifuentes sabe bien lo que son las «cloacas»

La ex presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha tratado de echar balones fuera recurriendo al manido concepto de las cloacas o las alcantarillas, más propio de Pablo Iglesias, para sugerir que fue víctima de una turbia campaña de desprestigio personal orquestada por manos que no quiso concretar. Fue OKDIARIO quien informó que la ex presidenta madrileña fue descubierta por los empleados de un híper de Vallecas, el 4 de mayo de 2011, cuando introducía a escondidas en su bolso dos botes de crema.

Años después, siendo Cifuentes delegada del Gobierno en Madrid, desaparecieron las pruebas del atestado policial del hurto de los archivos de la Comisaría de Vallecas. Lo cierto es que Cifuentes se esforzó en recuperar y destruir las imágenes captadas por una de las cámaras de seguridad del súper, pero no calculó que ya circulaban copias de la grabación. Una de ellas fue recuperada por OKDIARIO en abril de 2018.

Cifuentes se quejaba en El Programa de Ana Rosa de que la cinta fue guardada durante años en un cajón hasta que alguien ordenó su difusión, pero no dijo nada de los movimientos llevados a cabo cuando era delegada del Gobierno en Madrid -y máxima responsable de la Policía y la Guardia Civil en la Comunidad- para poner fuera de circulación la grabación.

De manera que lo que debiera hacer Cristina Cifuentes no es denunciar siniestras estrategias tejidas en no se sabe qué despachos, porque la acusación puede volvérsele en contra. Si alguien trató por todos los medios a su alcance, haciendo uso de su poder en la Policía y la Guardia Civil, de borrar las pruebas documentales del episodio de las cremas, fue ella.

Menos cloacas y más responsabilidad y autocrítica. Reaparecer en un programa de máxima audiencia para extender porquería es más propio de dirigentes populistas que de una política seria.