Opinión

Casado impasible ante la ‘Corruptísima Trinidad’

Pablo Casado sigue sin mover un dedo. Ni siquiera la escandalosa supuesta implicación de Mariano Rajoy en el caso Fondos Reservados ha levantado a Pablo Casado de su sillón de mando para expulsar a Jorge Fernández Díaz, Francisco Martínez e Ignacio Cosidó del seno del Partido Popular. El trío de Interior movilizó en 2013 a alrededor de 80 agentes de la Unidad Especial de Seguimiento (UES) con una orden clara: recuperar de la casa de Luis Bárcenas cintas y papeles sensibles que comprometían a altos cargos populares.

Para perpetrar la trama criminal, el Ministerio liderado por Fernández Díaz pagó con dinero público a un delincuente para que allanara la residencia de los Bárcenas, secuestrara a Rosalía Iglesias y Guillermo Bárcenas, esposa e hijo del ex tesorero, y sustrajera los tres pendrives que supuestamente el antiguo dirigente del PP tenía en su despacho. Y no sólo eso, no se dudó en instrumentalizar a los Cuerpos de Seguridad del Estado bajo su mando para fines que nada tenían que ver con la seguridad nacional o la lucha contra el narcotráfico. La cúpula ministerial compró al chófer de Bárcenas para que se convirtiera en el topo de la operación, pagándole 48.000 euros y prometiéndole una plaza de subinspector en el Cuerpo Nacional de Policía.

¿Qué más evidencias necesita Casado para expulsar del PP a este deshonesto triunvirato? Casi con toda seguridad, el caso Fondos Reservados se convertirá en uno de los escándalos más vergonzosos y escalofriantes de nuestra democracia. Por ello, el líder popular debería estar ya depurando responsabilidades y abriendo de par en par la puerta de Génova 13 a esta Corruptísima Trinidad.