Calígula habemus
¡También iba a ganar el Barça! Y ahora resulta que, el entrenador
más fiable, es Tezanos. Los pronósticos electorales van a volvernos
locos de remate. Apenas un clarividente Mario Benedetti sabe lo que
dice: “De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: de la derecha
cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra”. Un tufo a
trapicheo baja desde el futuro. Prueba de ello es que el sanchismo ya
tiene listas las máscaras de gas, habiendo desempolvado cada uno de
los disfraces floridos, o uniformes de gala, que luciría el emperador
emergente. Entre tales chavetas anda el juego.
Siempre pensé que la persona elegida para gobernar una nación y
representarla en el mundo, habría de ser, antes que nada, generosa,
siendo capaz de liberarse de sus anhelos patológicos y de olvidarse
completamente de sí misma, con el único fin de atender a un pueblo,
que está integrado tanto por quien le votó como por quien no lo hizo.
“La generosidad consiste en dar todo el presente”, escribió Albert
Camus, Nobel de Literatura. Se refería a esa actitud que las personas
honradas y nobles demuestran cuando no ceden a antojos superfluos,
ni a fraudes añadidos. Fui educado en la idea de que España merece
tener un presidente altruista que se ocupe de nuestras necesidades.
Entre las que cabe incluir, el respeto a la Constitución y al Rey. Pero
como Sánchez, el maniquí en funciones y sus trileros de muy largo
recorrido se han vuelto majaras, mostrando signos inequívocos de
sumo delirio, habremos de esperar lo peor para nuestro país cuando
el cisne acceda a presidir la nación. Camus, experto en la filosofía
de lo absurdo y en déspotas que nada tienen que envidiar al ganso
aludido, redactó la triste biografía de Calígula. Ojalá que la historia
no se repita para así no vernos abocados a soportar a otro dictador
inculto, flácido y peligroso como el hijo corrupto de Anzio, que
llevó a la ruina al imperio romano.
Antes de tan siquiera gobernar, el maniquí complace su egolatría. Le
pone cambiar el Falcon por un Bombardier. Una ganga de 50 m. €
que quizá echen de menos los pensionistas que le votaron. Calígula
resucitó para estafarnos a todos con impuestos demenciales. ¡Ni qué
decir lo qué nos espera, cuando gobierne este iluminado, pues sus
intrascendentes, y multimillonarios caprichos, son de nuevo rico! El
que nace hortera, por presidente que se crea no pasa de mancebo.
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