Opinión

Por el bienestar de las vacas sólo comerán carne los ricos

La adaptación de la normativa comunitaria en materia de bienestar animal se enmarca dentro de esa concepción yupi de los burócratas europeos consistente en hacerle la puñeta a todo quisqui, salvo a los que disponen de recursos suficientes para no tener que mirar el precio de la carne, que se triplicará como consecuencia de que la medida tendrá un coste adicional para los ganaderos de entre el medio millón y el millón de euros.

El bienestar de una vaca, de un pollo o de un cerdo se traducirá de este modo en la infelicidad de los consumidores, sometidos a la dictadura de eso que algunos llaman progreso y que no es otra cosa que la sublimación de la estupidez. La buena vida de una ternera conduce así directamente a la mala vida de muchas familias, que tendrán que reducir el consumo de carne. Y todo porque somos víctimas de ese pensamiento ecochorra que se ha instalado en las sociedades modernas, donde, como en Francia, se prohíben los vuelos domésticos de corta distancia que tienen una alternativa en tren, aunque se tarde el triple.

La cruzada ecoprogre tendrá como consecuencia la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, hasta el punto de que por este camino sólo viajarán en avión privado las élites y sólo comerán carne de ternera las economías más pudientes. La prohibición de las jaulas en la producción de carne de conejo, cerdo y pollo; la reducción de la densidad de población de pollos de engorde o de las gallinas ponedoras requerirá altas inversiones por parte de los ganaderos, «sin tener en cuenta los préstamos tomados para cumplir con las reglas establecidas antes de 2012 y aún no pagados en su totalidad». Un ejemplo: si a una granja típica que ahora tiene capacidad para 33.000 pollos se la obliga a disponer de un máximo de 11.000 pollos, la caída de la producción y de los ingresos será del 66%, lo que se traducirá en un aumento desorbitado del precio de la carne. Hoy, el precio el pollo entero es de 3,25 €/kg y se estima que podría llegar a los 9,75 €/kg.  Por el bienestar del pollo, el cerdo y la vaca sólo comerán carne los ricos. Hace falta ser idiotas.